La compañía de Ferrocarriles polaca organizó recientemente una peregrinación al Santuario de la Virgen de Czestochowa. En ese encuentro, Antoni Idkowiak, un trabajador de la empresa, entregó más de 5.000 estampas con la oración al Siervo de Dios Isidoro Zorzano. Quería dar a conocer a sus compañeros la vida ejemplar de un colega.
Isidoro Zorzano (1902-1943) fue uno de los primeros miembros del Opus Dei. Ingeniero industrial, se especializó en ferrocarriles. Trabajó en Cádiz, Málaga y Madrid, y en todas las compañías de trenes dejó un recuerdo de profesionalidad y compañerismo.
Desde que, en 1931, Isidoro encontró a Josemaría Escrivá, su trabajo adquirió una nueva dimensión: sería su camino para encontrar a Dios.
Antoni Idkowiak se propone recorrer la misma vía, pero por los raíles que atraviesan Polonia. Es cooperador del Opus Dei.
¿Por qué le intereso la vida de Isidoro Zorzano?
Ambos somos ingenieros ferroviarios, y él me ha enseñado una verdad fantástica: que es posible servir a la Iglesia sin llevar hábito o sotana. Isidoro no hizo nada ”especial”: dicen que tenía el carisma de la ”normalidad”. Pero en su trabajo –el mismo al que yo me dedico desde hace 30 años-, supo servir a los demás y les anunció con alegría a Cristo.
Precisamente esta es una de las cosas que más me atrae de su vida: que compartía sus conocimientos con sus compañeros, y lo veía como un servicio. Y, puede creerme, eso no es nada frecuente entre trabajadores de este sector.
Sr. Idkowiak, además de repartir miles de estampas para promover la devoción a Isidoro, también ha colaborado en la elaboración de un libro con su biografía.
Yo soy miembro de la Asociación Católica de Ferroviarios Polacos. Muchas personas me preguntaban sobre Isidoro, su vida santa y su proceso de canonización, pero yo no soy capaz de explicarlo todo bien. Pienso que él, con su vida ejemplar, lo explica todo mucho mejor. Así que hemos traducido al polaco su biografía.
¿A quién va dirigido el libro?
Ante todo, a los trabajadores de los ferrocarriles, pero no sólo. El libro interesará a todos los que quieran mejorar su trato con Cristo en el trabajo de cada día. La biografia de Isidoro ofrece además algunas historias poco conocidas de la vida de San Josemaría y de los comienzos del Opus Dei.
Isidoro podría ser el primer santo que ha trabajado en los ferrocarriles. ¿Sería vuestro patrono?
Los empleados de ferrocarriles ya tenemos a Santa Catalina de Alejandria como patrona. Pero Isidoro sería para nosotros alguién muy cercano, ya que vivió en el siglo XX. ¡Nos ha enseñado que con esos trenes se puede llegar al cielo!
Usted es cooperador del Opus Dei. ¿Cómo le ayuda la formación que recibe a hablar de la fe a sus compañeros de trabajo?
En el Opus Dei he escuchado por primera vez el mensaje de la llamada universal a la santidad y al apostolado.
Antes pensaba, como muchos otros, que el apostolado no es compatible con el respeto a la libertad de los demás y que no debía influir en sus opiniones. Pero aprendí de San Josemaría que "de cien almas nos interesan las cien". Un laico debe llevar el mensaje del Evangelio allí donde pueda llegar.
Para mí, como se comprende, el lugar más asequible es el ambiente de los ferrocarriles y ahí es donde intento dar un testimonio personal y espontáneo de un cristiano. E Isidoro me ayuda, estoy seguro.
(Foto de portada: Tiqui, cc)