En la mesa redonda participaron Mons. José María Yanguas, obispo de Cuenca; D. Lluís Clavel Ortiz-Repiso, Presidente de la Academia Santo Tomás de Aquino en Roma y D. José Carlos Martín de la Hoz, Director de la Oficina de la Causa de los Santos de la Prelatura del Opus Dei.
Analizaron las circunstancias que llevaron a san Josemaría a visitar en varias ocasiones la ciudad de Cuenca y, además, se abordó su relación con el Beato Cruz Laplana, obispo de Cuenca entre 1921 y 1936 que, a su vez, era familia de la madre de Josemaría Escrivá.
Éste estaba haciendo, por entonces, la tesis doctoral en Derecho en Madrid y acudió a Cuenca en varias ocasiones para entrevistarse con el obispo, que quería contar con él.
Lluís Clavel convivió muchos años con el fundador del Opus Dei en Roma. En su intervención durante la mesa redonda resaltó su cariño, su cercanía, su alegría, su vivacidad, su carácter aragonés. Entre las anécdotas que contó, llamó la atención una sobre un sacerdote que le preguntó de forma improvisada: Padre, para usted ¿qué es lo mejor? De forma rápida, espontánea respondió: “hijo mío, para mí lo mejor es ser hijo de Dios”. También habló sobre el amor tan profundo que tenía a la Iglesia y al Papa y contó que, en la época del Vaticano II, “apareció por las calles de Roma un insulto muy fuerte sobre Pablo VI, y me acuerdo que dijo, vamos a rezar una avemaría para restituir el insulto al Papa”.
Este acto se enmarca dentro de las celebraciones del 90 aniversario de una obra que ha tenido un impacto significativo en la espiritualidad y la vida cristiana de muchas personas alrededor del mundo. Actualmente, Camino cuenta con más de 300 ediciones en 39 idiomas y ha superado los 4 millones de ejemplares distribuidos.
Bendición de un cuadro de san Josemaría
Al día siguiente, festividad de San Josemaría Escrivá, tuvo lugar en la céntrica parroquia de San Esteban Protomártir, la misa de la festividad del fundador del Opus Dei.
Tras la eucaristía, el obispo de Cuenca, monseñor José María Yanguas, fue el encargado de bendecir el cuadro. Se trata de una obra del pintor conquense Pedro Romero Sequí. Además, se colocó una placa conmemorativa del 90 aniversario de la publicación de ‘Consideraciones Espirituales’ que después pasaría a llamarse ‘Camino’.