El arroz en su punto
Rezamos una estampa a Dora y le pedimos que se encargara de que quedara perfecto. Pasamos cocinando toda la tarde y en la noche...
Dio señales de vida
Un día casualmente en internet encontré la vida de Dora, la leí, y me atrajo de tal manera que empecé a rezar encomendando la vuelta de mi sobrino...
¿Se puede ser santo en la vida diaria?
El Papa Francisco continuó con su catequesis sobre la esperanza y habló sobre la intercesión de los santos, que nos ayudan a seguir nuestra vocación, también en los momentos difíciles.
Superamos la meta
Desde el principio encomendé “el negocio” a Dora. Pero parecía que los asistentes se resistían a inscribirse, a cinco días de la cita...
Otro favor
En mayo pasado me dijeron que debía operarme. Me volví a encomendar a Dora y pedí a mis amigas que le pidieran ayuda también. Sé que han rezado y mucho.
Muchos favores
Empecé a pedirle a Dora que interceda por pequeños y no tan pequeños favores que he ido necesitando.
La clave está en lo pequeño
Me dedico a las tareas del hogar como Dora. Un día, a finales de septiembre, antes de sentarnos a la mesa, quité el papel de aluminio a la fuente de pollo, que había utilizado para calentarlo, y lo arrojé a la basura.
En el coche no me falla nunca
No me ha faltado su ayuda en tantos pequeños favores. No sé si ella sabía manejar pero como chofer no me ha fallado nunca: estoy inmensamente agradecida.
Una clínica en la que te encuentras con un amigo
En la Clínica Universidad de los Andes, obra corporativa del Opus Dei en Chile, se realiza un Voluntariado de Acompañamiento que involucra a estudiantes con pacientes y el personal del recinto. En medio de situaciones de dolor e incertidumbre, los pacientes pueden descubrir una amistad que los acompañe de por vida.
Una enfermera para mi madre
Hace tres meses mi madre de 90 años se cayó y se rompió la cadera. Estuvo internada 60 días en el hospital hasta volver a casa.









