Opus Dei

“Abramos en cambio al Señor nuestros sepulcros sellados ―cada de nosotros los conoce― , para que Jesús entre y lo llene de vida”​, dijo el Papa Francisco, quien también explicó que “la esperanza cristiana es un don que Dios nos da si salimos de nosotros mismos y nos abrimos a él”.

Francisco comenzó la ceremonia de la Pasión de Cristo que se celebra el Viernes Santo postrado en el suelo durante unos instantes. Tras las solemne lecturas en la basílica, el predicador de la Casa Pontificia, el padre Raniero Cantalamessa, explicó la relación entre la Justicia de Dios y su Misericordia.

Como cada Jueves Santo, el Papa ha repetido el simbólico gesto de Jesús a los apóstoles. Y recordó, que casi al mismo tiempo, Judas estaba vendiendo a Jesús por 30 monedas.

Miles de personas han acompañado a Francisco durante el Vía Crucis en el Coliseo de Roma. Las meditaciones de este año fueron escritas por el cardenal Gualtiero Basseti, arzobispo de Perugia, en Italia. Al concluir el Vía Crucis, el Papa leyó una conmovedora oración en la que mencionó muchas otras cruces de nuestro tiempo, desde el terrorismo fundamentalista, la corrupción o la soledad de los ancianos.

Muchos de los asistentes a la audiencia eran participantes del Forum Univ, un congreso que reúne a universitarios de todo el mundo. "Me alegra saludar a los participantes al Congreso Univ para estudiantes universitarios, promovido por la Prelatura del Opus Dei”.

La Misericordia de Dios estuvo en el centro de la homilía del Papa Francisco durante la Santa Misa Crismal del Jueves Santo, y lo hizo incidiendo en dos ámbitos en los cuales el Señor excede en su Misericordia: “el del encuentro y el de su perdón que nos hace avergonzarnos y nos da la dignidad”.

“Aprendamos a renunciar por amor y sigamos el camino del servicio”, dijo el Papa Francisco durante la homilía de la celebración del Domingo de Ramos.

En su catequesis, el Papa Francisco explicó que en la Biblia Dios pone en práctica su misericordia también dando consuelo a las personas.

La intención evangelizadora se centra en que, gracias a la oración de toda la Iglesia, los cristianos discriminados o perseguidos a causa de su fe se mantengan firmes.

"Hermanos, hermanas, buenas noches. Ustedes saben que mis hermanos cardenales que han debido escoger a un Obispo de Roma han ido a elegirme al fin del mundo". Estas fueron las primeras palabras de Papa Francisco la noche del 13 de marzo de 2013.