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Agradar a Dios (VIII): apóstoles que disfrutan. Oración y misión.

En un mundo lleno de actividad, san Josemaría nos propone una "lógica" sorprendente: primero, oración y mortificación; solo después, acción. Así podremos sintonizar mejor con el apostolado que quiere Dios.

Conocerle y conocerte (XIII): No se discurre, ¡se mira!

La oración contemplativa desarrolla una nueva manera de mirar todo lo que sucede a nuestro alrededor. Es un don que satisface nuestro deseo natural de unirnos a Dios en las circunstancias más diversas.

Agradar a Dios (VI): hermanos que miran al Padre. Unidad entre generaciones distintas

El Papa Francisco habla con frecuencia de la necesidad de generar una mayor unidad entre las distintas generaciones. La parábola del hijo pródigo, su hermano mayor y su padre, relatada por Jesús, nos puede ayudar a profundizar en este tema.

Conocerle y conocerte (XII): ​Almas de oración litúrgica

Algunas consideraciones de san Josemaría que nos puede ayudar a unirnos más a Dios y a la Iglesia en las distintas acciones litúrgicas.

Agradar a Dios (I): en donde se oculta Dios. Santidad y monotonía

En la discreción y en el silencio de los sacramentos nos espera Jesús para que le abramos libremente nuestra alma.

Conocerle y conocerte (XI): ​Sois una carta de Cristo

La relación con Dios en nuestra oración está íntimamente unida a todas nuestras acciones en la vida cotidiana. Lo señaló Jesús en su predicación y lo recordaba siempre san Josemaría.

Conocerle y conocerte (X): ​Jesús está muy cerca

San Josemaría hablaba de un "quid divinum" -algo divino- que podemos descubrir a nuestro alrededor y en las cosas que hacemos. Entonces, se nos abre una nueva dimensión en la que compartimos todo con Dios.

​Conocerle y conocerte (IX): No temas, que yo estoy contigo

A lo largo de nuestra vida de oración también aparecerán dificultades o dudas. Hay muchas razones para pensar que en esos momentos Dios está especialmente cerca.

Os he llamado amigos (V): Mirad qué buenos amigos

La amistad que ofrece un cristiano a quienes le rodean siempre ha sido un motivo de admiración. Con el paso del tiempo, surgen siempre nuevos escenarios y nuevos retos.

Conocerle y conocerte (VIII): En el tiempo oportuno

Dios nos hace experimentar nuestra oración de la manera que más nos conviene en cada momento. Santa Isabel es un testimonio de cómo la paciencia y la constancia se transforman en una plena alegría.