Si de verdad deseas que tu corazón reaccione de un modo seguro, yo te aconsejo que te metas en una Llaga del Señor: así le tratarás de cerca, te pegarás a Él, sentirás palpitar su Corazón..., y le seguirás en todo lo que te pida. (Forja, 755)
Quienes sostienen una teología incierta y una moral relajada, sin frenos; quienes practican según su capricho personal una liturgia dudosa, con una disciplina de hippies y un gobierno irresponsable, no es extraño que propaguen contra los que sólo hablan de Jesucristo, celotipias, sospechas, falsas denuncias, ofensas, maltratamientos, humillaciones, dicerías y vejaciones de todo género.
Al admirar y al amar de ...