El Santo Padre ha propuesto oraciones por las personas que han fallecido y por quienes sufren la catástrofe: “Invito a unirse a mi oración al Señor por las víctimas de esta catástrofe y por aquellos que lloran por las desapariciones”.
Benedicto XVI manifestó su cercanía “a todas las personas que han sido probadas en esta gran calamidad, implorando a Dios el consuelo y alivio de su sufrimiento”.
El Papa ha pedido “que no falte a estos hermanos y hermanas que viven un momento de necesidad y dolor, nuestra concreta solidaridad, y la ayuda efectiva de la Comunidad Internacional”.
También aseguró que la Iglesia Católica saldrá al encuentro de todos los necesitados a través de sus instituciones de caridad.
El epicentro tuvo lugar tan sólo a 16 kilómetros de Puerto Príncipe y con una profundidad de 10 kilómetros lo cual ha hecho que las consecuencias sean más graves.