Cristianofobia, islamofobia, y antisemitismo: enemigos de la libertad

Mons. Mamberti, secretario de la Santa Sede para las relaciones con los estados, habló en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz (Roma) sobre el derecho a la libertad religiosa.

Mons. Mamberti y el profesor Navarro.

Respetar la libertad religiosa en el mundo quiere decir hoy combatir «la cristianofobia, la islamofobia y el antisemitismo», explicó Mons. Mamberti en un encuentro celebrado en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, en Roma.

Monseñor Dominique Mamberti es el secretario de la Santa Sede para las relaciones con los estados, figura similar al «ministro» de exteriores en otros países.

Según el prelado, la «cristianofobia» «es un conjunto de comportamientos que se derivan de la falta de educación o de la mala información, de la intolerancia y de la persecución».

El prelado dio una conferencia sobre «Protección del derecho de libertad religiosa en la acción actual de la Santa Sede». Ilustrando la posición de la Iglesia, explicó que «el respeto del derecho a la libertad religiosa constituye el fundamento del respeto de cualquier otro derecho, pues cuando la libertad religiosa está en peligro, todos los demás derechos vacilan».

La libertad religiosa, «derecho que no puede suprimirse», tiene «una dimensión privada, pública e institucional».

El secretario de la Santa Sede se refirió a San Josemaría Escrivá de Balaguer, como "apasionado y valiente defensor de la 'aventura de la libertad humana', como a él le gustaba repetir, refiriéndose, sobre todo, a la correcta autonomía y responsabilidad de los fieles laicos a la hora de cumplir su misión en el mundo".

El público que asistió a la conferencia en el Aula 'Álvaro del Portillo' de la Universidad romana.

Mons. Mamberti subrayó además que «la libertad religiosa no es sólo uno de los derechos humanos fundamentales, sino que es el derecho preeminente, pues como recordaba Juan Pablo II su defensa constituye el test para verificar el respeto de todos los demás derechos».

Por lo que se refiere al diálogo interreligioso y entre las culturas, aclaró que «es posible sólo si no se renuncia a la verdad».