Vivir el cristianismo en el Japón de hoy

La Virgen Peregrina es una imagen que fue bendecida en Lima por el Cardenal Juan Luis Cipriani, Primado del Perú. Esta imagen es un regalo de la comunidad peruano japonesa a los nisei peruanos que han emigrado al Japón. Fue llevada al Japón por el Padre Toshihiro Sakai, sacerdote de la Prelatura del Opus Dei, quien visitó el Perú para dictar unas conferencias, en el marco de la Gran Misión de Lima “Remar Mar Adentro”, organizada por la Vicaría Japonesa en Lima.

Durante la procesión del Señor de los Milagros en Japón

La procesión del Señor de los Milagros se realiza todos los años en las calles de Lima en el mes de octubre y es una tradición viva que data desde hace cuatro siglos. Es considerada una de las más numerosas del orbe católico. Esta procesión se realiza también en otras partes del mundo, por ejemplo, Miami, Madrid, Roma, Nueva York, etc.

El pasado domingo 24 de octubre, se celebró la procesión en la ciudad japonesa de Kobe. Desde hace 14 años, se celebraba en la parroquia de Sumiyoshi, pero este año se celebró por primera vez en la parroquia de Akashi y tuvo la particularidad de que en esta ocasión la Virgen Peregrina acompañó al Señor de los Milagros. La imagen fue presentada días antes por el Padre Toshihiro Sakai a la comunidad latino japonesa residente en el Japón.

Desde la tierra del sol naciente

El Padre Toshihiro Sakai nació en la ciudad de Ashiya (provincia de Hyogo) el año de 1960, de padres católicos conversos del budismo. Estudió Educación en la Universidad de Osaka graduándose con el título de licenciado en Historia. En 1982 trabajó en el colegio Seido Mirawadai en Nagasaki. En 1985 fue a estudiar Teología a Roma y en 1987 a la Universidad de Navarra (España). Fue ordenado sacerdote de la Prelatura del Opus Dei en 1988 y en 1990 terminó el Doctorado en Teología con especialidad en Historia de la Iglesia. Volvió al Japón para trabajar en Nagasaki en la Capellanía del Colegio Seido Mikawadai. Actualmente vive en Ashiya.

Estuvo en Perú del 14 al 29 de setiembre para participar en las actividades programadas con ocasión de la Gran Misión “Remar Mar Adentro” que se están organizando, en coordinación con el Padre Vallejos Hayashida, encargado de la Vicaría Peruano Japonesa. El Padre Sakai dictó conferencias en el Teatro Cultural Japonés, en el auditorio de la Asociación La Unión, organizó reuniones con diversas agrupaciones de la comunidad peruano japonesa, y celebró algunas Misas para ellos, una de ellas presidida por el Cardenal de Lima, Juan Luis Cipriani. Las conferencias trataron sobre la historia del cristianismo en el Japón y sobre la espiritualidad de los “dekasegui”. Los “dekasegui” son los latinos, en su mayoría descendientes de japoneses, que han emigrado al Japón en busca de un mejor porvenir.

Con las señoras de Radio Taiso en el Centro Cultural Peruano Japonés

Los “dekasegui” en el Japón

El Padre Sakai dijo “que actualmente de los 120 millones de habitantes del Japón solo 400 mil son católicos. Eso representa el 0.3 %, es decir, una minoría absoluta. En estos tiempos, el número de católicos extranjeros ha superado la cifra de los lugareños. Brasileños y peruanos ocupan los primeros lugares, por eso la Iglesia japonesa está interesada en darles una buena atención”.

Comentó también que existen varios inconvenientes para que los dekasegui desarrollen su fe católica de manera normal. “Hay escasez de iglesias; los latinos por diversos motivos no pueden acudir asiduamente. Otro problema es el idioma puesto que en las pocas Iglesias que hay, las misas son en japonés; solo hay dos iglesias: una en Osaka y otra en Shiba en que las misas dominicales se dan en castellano.”

El Padre Sakai afirmó que para los peruanos inmigrantes, mantener viva su fe es difícil, principalmente para los niños y adolescentes, quienes no cuentan con educación religiosa adecuada, ya que son pocos los catequistas que dominan el castellano.

Vivir el cristianismo en el Japón de Hoy

San Francisco Xavier escribió en 1549, a poco de llegar al país del Sol Naciente: “Las gentes que hemos encontrado hasta ahora son las mejores de cuantas hemos conocido… Son muy educadas, buenas de ordinario, nada maliciosas; los varones son hombres de honor hasta un extremo que maravilla y aprecian el honor por encima de todo en este mundo”.

Durante la presentación de la imagen de la Virgen Peregrina

Teniendo en cuenta estas virtudes, ¿qué podría ofrecer el cristianismo a los japoneses? Un converso decía que los japoneses eran ya cristianos de corazón en muchos aspectos y que tal vez por eso pensaban que no necesitaban el cristianismo, pues, al fin y al cabo, muchos cristianos carecían de las virtudes que ellos tenían. Sin embargo, notaba que lo que les faltaba a los japoneses era sentido sobrenatural, capacidad para centrar sus acciones en Dios. Aunque algunos tenían conciencia de la existencia de Dios, para ellos no era, como para los cristianos, un Padre amoroso de los hombres –sujeto y objeto de amor–, ideas difíciles de entender para los japoneses. “Pueden comprender que Dios sea poderoso, pero no que sea Amor y que uno se pueda unir a Él mediante el amor que pone en todo lo que hace. Algo que el cristianismo me ha ayudado a comprender y de lo que los japoneses no son conscientes”.

La inmigración actual de miles de latinos podría constituir un nuevo hito para la historia del cristianismo en Japón en cuanto que muchos de ellos son jóvenes y con una formación católica recibida en sus lugares de nacimiento. Por tanto constituye una oportunidad que el cristianismo en Japón tiene de cara a un futuro cada vez más global y pluricultural.

Finalmente el Padre Sakai como un símbolo de la unión entre los peruanos y los dekasegui, llevó al Japón una Imagen de la Virgen, que peregrinará por sus casas, como testimonio de las oraciones por ellos. Esta imagen de la Virgen Peregrina ya es querida no sólo por los peruanos sino por otros miembros de la comunidad latina en Japón.

Tomado de Perú Shimpo