Una velada de fiesta y de agradecimiento en favor de África

El 4 de octubre en el Auditorio de Santa Cecilia de Roma ha tenido lugar la presentación del Proyecto Harambee 2002. El acto ha consistido en una velada musical con intervenciones de coros de varios países, testimonios y proyecciones de imágenes filmadas con palabras del nuevo santo.

"Toda canonización es un don, un motivo de alegría, un regalo que invita a la gratitud. Como expresión tangible de estos sentimientos ha nacido el Proyecto Harambee 2002: un fondo de pequeños donativos de los participantes en la canonización para financiar proyectos educativos en África". Umberto Farri, presidente del Comité Organizador de la Canonización, ha descrito con estas palabras el motivo que ha reunido a 2000 personas en el Auditorio de Santa Cecilia, en Roma, la noche del 4 de octubre de 2002. Entre otras autoridades estaban presentes el alcalde de Roma, Walter Veltroni, y la presidenta honoraria del Proyecto Harambee 2002, Mama Ngina Kenyatta, viuda de Jomo Kenyatta, primer Presidente de Kenia tras la independencia del país.

El acto ha consistido en una velada musical con intervenciones de coros procedentes de varios países. Además, intercalados entre las actuaciones musicales, se han sucedido diversos testimonios personales y algunas proyecciones de imágenes filmadas con palabras del nuevo santo. Una de las actuaciones más aplaudidas ha sido la de un coro de Abidjan (Costa de Marfil). También ha recibido una calurosa ovación "Lailatal Milad", una canción tradicional de paz que describe los gestos cotidianos en que se vive el mensaje de la Encarnación del Hijo de Dios y que ha sido interpretada, por sorpresa y fuera de programa, por dos chicas árabes: Rose Barghouht, de Nazaret, y Ayline Kidess, de Tel Aviv-Haifa.

Margaret Ogola, médico y escritora de Nairobi (Kenia), ha explicado qué significa en Kenia la palabra harambee: "todos a una", ya sea para afrontar un problema, para construir una casa o para ayudar a quien se encuentra en necesidad. Cada uno ofrece su aportación, pero en realidad todos dan y todos reciben. "Los africanos estamos llamados a ser los protagonistas de nuestro desarrollo. África saldrá adelante con la ayuda, en primer lugar, de los propios africanos, y luego de tantas otras personas de todo el mundo. Por eso hemos pensado en poner en marcha el Proyecto Harambee 2002 con ocasión de la fiesta de Josemaría Escrivá, que se hizo africano con los africanos y fue maestro y educador de mujeres y hombres de todas las razas y colores".

"La educación es la clave del desarrollo", ha declarado Léon Tshilolo, médico, director sanitario de un hospital en Kinshasa (República Democrática del Congo). "Hemos decidido destinar los fondos recogidos con Harambee 2002 a la financiación de proyectos educativos en toda África. Los distribuiremos por medio de un concurso cuyas bases están al alcance del público en internet y que va a estar abierto a todas las organizaciones africanas que trabajan en el campo de la educación, con especial atención a la promoción de la mujer".

"Soy abogado y me dedico especialmente a la promoción de los derechos de la mujer en mi país, Nigeria", ha dicho Anayo Offiah. "Muchas veces la mujer no tiene las mismas oportunidades que el hombre, y sin embargo sobre ella recaen las mayores responsabilidades".

Frankie Gikandi y Peris Wanjiku Kamau trabajan en el Outreach Programme de la escuela Kimlea (Kenia), el proyecto piloto de Harambee 2002, y han hablado de la vida de las mujeres que recogen té y café en las plantaciones de la zona en que la escuela está situada. Han testimoniado cómo el encuentro con los escritos de Josemaría Escrivá de Balaguer les ha dado una visión positiva de la vida y ha hecho nacer en ellas el deseo de contribuir a mejorar las condiciones de las familias que viven alrededor de las plantaciones.

"Todos somos responsables de nuestro futuro", ha afirmado Léon Tshilolo. "Pero quisiera dar las gracias especialmente a una persona que tantas veces nos ha exhortado, con palabras y sobre todo con hechos, a dar gratis lo que gratis hemos recibido. Me refiero a Juan Pablo II, a quien todos en África sentimos muy cercano a nuestros problemas y a nuestro trabajo".

Al término de la velada, Mama Ngina Kenyatta ha dirigido a todos en swahili —con traducción simultánea de su hija— unas emocionadas palabras de gratitud. A continuación, todos los cantantes que habían intervenido en el acto han vuelto a subir al escenario para cantar juntos Harambee: de nuevo todos a una, desde Japón hasta México, desde Gran Bretaña hasta Indonesia, al ritmo irrefrenable de los coros y los bailes africanos.

Sebastiano Rendina y Teresa Pascarelli, director y presentadora de la velada, no han ocultado la emoción que han experimentado en las fases de preparación, acogida y ensayos, entre las notas y los colores de los protagonistas.

El Proyecto Harambee 2002 ha obtenido la entusiasta adhesión de muchas personas de distintas partes del mundo. En apoyo del fondo de solidaridad para la educación en África ha acudido en primer lugar Intesa BCI, líder entre las muchas empresas que han intervenido ya con generosas aportaciones.