“Un reconocimiento muy grande a un buen padre, a un buen pastor. Realmente ha sido una gran pérdida para nosotros y la Iglesia. Ha sido un hombre muy unido siempre al Santo Padre, que nos ha dado un ejemplo de humildad, de sencillez y que hoy estará gozando con San Josemaría, con el Beato Álvaro y tantos hermanos nuestros. Él nos recordaba siempre que sirvamos a la Iglesia como la Iglesia lo desea, por eso estamos tristes de verlo partir y alegres de saber que está cerca de Dios”.

Estas declaraciones las brindó el Arzobispo de Lima a la salida del reconocimiento que le hizo la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL) al conmemorarse 20 años de la toma de la Embajada de Japón por el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, donde el Cardenal desempeñó el papel de mediador por encargo del Santo Padre Juan Pablo II.