¡Rise Up!: Con la mira en la JMJ de Lisboa 2023 desde Piura

Susana Raggio cuenta las actividades de voluntariado ¡Rise Up! en el Centro Cultural Carel en Piura, para preparar la JMJ 2023, en Lisboa que se llevará a cabo la primera semana de agosto.

Voluntarias ¡Rise Up! de romería en la Virgen de la Ermita de la Universidad de Piura.

¡Nos vamos a la JMJ de Lisboa 2023! y nos pusimos a pensar entre varias: ¿Cómo hacer para que muchas jóvenes de Piura, que no pueden viajar a Lisboa, vivan también la experiencia de los frutos espirituales de la JMJ?

El núcleo del mensaje del Papa Francisco para la JMJ Lisboa 2023 es el pasaje del Evangelio “María se levantó y partió sin demora” (Lc 1, 39). Leyéndolo, Alicia y yo, pensamos en una iniciativa social que nos ayude a todas a “salir” y “darnos”, en donde el núcleo sea “formarnos para formar”. La web de preparación de la JMJ de Lisboa nos facilitó el hilo conductor y el nombre de nuestro proyecto social, al cual bautizamos “¡Rise Up!” (´Levántate´). Ya teníamos el nombre y muchas ganas…pero nada más.

Nos pusimos a rezar y, apoyándonos en la oración del Papa Francisco, decidimos lanzar la convocatoria de voluntarias en el Instagram y en el chat de grupo de Carel, el centro cultural universitario donde se forman universitarias y jóvenes profesionales. Les contaríamos nuestro sueño y con ellas terminaríamos de delinear el voluntariado. Fue grande nuestra alegría cuando, a la primera convocatoria, respondieron 13 chicas. Con ellas hicimos una lluvia de ideas y ¡Rise Up! fue tomando cuerpo: trabajaríamos con estudiantes de secundaria (entre 14 y 16 años), a quienes les daríamos formación humana y cristiana, reforzamiento matemático y en lenguaje, y talleres artísticos y de baile. Queríamos que nuestro proyecto fuera integral, que abarcara los distintos ámbitos de la persona. También establecimos la metodología de trabajo para que las voluntarias puedan elegir los temas según sus intereses y las fechas que se les adecuaran mejor a sus horarios. El voluntariado con escolares sería los sábados con una periodicidad quincenal de forma que las voluntarias pudiéramos contar con un sábado para preparar las sesiones.

Sasha preparando a las voluntarias para la catequesis de la JMJ que daríamos a los adolescentes.

Ahora teníamos el voluntariado más delineado y a las primeras voluntarias, lo pendiente era encontrar un colegio que aceptara nuestro proyecto formativo y que se unieran más jóvenes. Solo sabíamos que el colegio tenía que contar con un requisito: una ubicación cercana al centro cultural, porque iríamos allí a pie, luego de la meditación de los sábados a las 10 a.m. No podíamos perder tiempo ni dinero en los traslados, íbamos escasas de ambas cosas.

Así que, un grupo de voluntarias, y fieles de la obra de Piura como numerarias auxiliares y agregadas, nos ayudaron con oraciones y contactos y gestiones. Se propusieron nombres de colegios y de personas de contacto, varias ilusiones y desilusiones…pero que no restaban ganas a las voluntarias. Cada sábado nos reuníamos para trabajar ¡Rise Up!: definir el temario de las clases, el calendario, los grupos de trabajo por eje formativo, preparar la presentación al consejo directivo del colegio cuando lo encontráramos y nos echábamos a soñar... Estábamos convencidas de que saldría adelante porque el Papa Francisco rezaba por nosotras, y eso lo comprobábamos sábado a sábado, por el creciente número de voluntarias que se iba sumando a ¡Rise Up!

Rose Veli e Indira en la clase de dibujo artístico.

Había un colegio que nos interesaba mucho y que ya nos había dado una respuesta negativa. Uno de los sábados, cuando nos contábamos las peripecias de las gestiones de la semana anterior, Alicia nos dijo que su mamá era muy amiga de la dueña del colegio Belén, ese era el nombre del colegio que no nos había aceptado, y que tal vez podría convencerla para que acoja nuestro proyecto para sus escolares ¡Y así fue! Acordamos una reunión en Carel con la directora para conocernos. Vino acompañada de una profesora. Sinthia, junto con cinco voluntarias ¡Rise Up!, presentaron el proyecto de una forma muy profesional. La dueña del colegio aceptó y agradeció que lo hayamos elegido y nos hizo algunas sugerencias, como la de adaptar la formación para algunos escolares que no eran católicos. ¡Estábamos contentísimas!

Llegó mayo y, con algunas voluntarias ¡Rise Up!, nos fuimos de romería a Paita, la ciudad puerto a 45 minutos de Piura, en donde se venera la imagen de la Virgen de las Mercedes, patrona de Piura. Durante el trayecto fuimos cantando a la Virgen, agradeciéndole que ¡Rise Up! ya esté caminando, pedimos por el Papa Francisco y pusimos a sus pies todas nuestras intenciones. Otro grupo, fue a rezar a la Virgen de la Ermita del campus de la Universidad de Piura. Corría mayo y vivíamos las gracias marianas.

Esta iniciativa apenas está dando sus primeros pasos y ya viene cargada de frutos. ¡Cómo se nota la eficacia de “echar las redes”! Son 46 escolares y 50 voluntarias. Están súper implicadas

Esta iniciativa apenas está dando sus primeros pasos y ya viene cargada de frutos. ¡Cómo se nota la eficacia de “echar las redes”! Son 46 escolares y 50 voluntarias. Están súper implicadas. Algunas han hecho su primer curso de retiro. El voluntariado ha dinamizado la labor y surgen diversas iniciativas impulsadas por las voluntarias ¡Rise Up!: integraciones para conocernos más, actividades profondos para solventar los gastos de materiales para las clases, paseos, entre otras actividades.

El ambiente es muy grato. Nos une el cariño al Papa Francisco y un auténtico interés por servir. Se nota en los detalles que tienen entre ellas: Mafer y Silvia prepararon algunas galletas para compartir con las demás, Sasha contagia con su entusiasmo al preparar las sesiones u ofrecerse a comprar algo que es necesario para la actividad o a traer de sus casas papelotes, cinta o lo que se requiera; Clarita y Geraldine sugieren divertidas dinámicas rompehielos o proponen la metodología más adecuada para el dictado de los talleres. Marcia se incorporó hace pocas semanas y regresó feliz después de su primera clase de reforzamiento en matemáticas.

Nos sentimos beneficiarias de la oración por los frutos de la JMJ y estamos muy contentas de contribuir con nuestro granito de arena en que se hagan realidad los sueños del Papa, el Vicario de Cristo en la tierra.

Susana Raggio