Ordenaciones sacerdotales en Torreciudad.

EspañaRafael Sevilla, ingeniero peruano de treinta años de edad, recibió la ordenación sacerdotal en el santuario de Torreciudad (España) de manos de Mons. Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei.

Rafel Sevilla.

El ahora Padre Sevilla estudió Ingeniería Industrial en la Universidad de Lima y trabajó en Molinos Takagaki, antes de empezar sus estudios sacerdotales. Es aficionado al fútbol e hincha acérrimo del club Alianza Lima. Ha seguido un doctorado en Filosofía en la Universidad de Navarra.

Su madre, Saira Valdivia, acudió a Torreciudad desde Lima para estar presente en la ordenación sacerdotal. Confía en que el beato Josemaría sea un modelo de sacerdote para su hijo. "Todos los peruanos, y en especial los jóvenes, necesitamos modelos de vida cristiana. Espero que mi hijo sepa transmitir el mensaje y la santidad de vida del Fundador", comentó.

Mons. Javier Echevarría confirió la ordenación sacerdotal a 37 diáconos del Opus Dei de catorce países. Los nuevos sacerdotes proceden de Argentina, Ecuador, España, Estados Unidos, Filipinas, Francia , Holanda, Italia, México, Nigeria, Nueva Zelanda, Perú, Portugal y Venezuela. El más joven es el mexicano Mario Arroyo, de 28 años, y el de más edad es el español Eduardo Martínez, de 57.

El prelado del Opus Dei ha pedido a los ordenados que en su vida sacerdotal “sigan los pasos” del beato Josemaría ahora que se acerca su canonización.

En la homilía, mons. Javier Echevarría destacó la coincidencia de la ordenación con el centenario del nacimiento y la próxima canonización del fundador del Opus Dei. “Por vosotros —dijo a los candidatos— rezó muy especialmente (el beato Josemaría), al encomendar la santidad de sus hijos sacerdotes y de todos los presbíteros del mundo”. Pidió a todos los fieles su oración por los ordenados “para que sean, como quería el beato Josemaría, piadosos, doctos, alegres, deportistas en el terreno sobrenatural y en lo humano”.

Jean Philippe Huet con su familia en la explanada del santuario.

Monseñor Echevarría pidió al final de su homilía la oración diaria de todos para que haya “muchas vocaciones de sacerdotes con hambre de santidad, indispensable para administrar el perdón divino, y para saciar las necesidades de todas las almas con el pan de la palabra de Dios y con el Pan eucarístico”.

Una bendición para la familia

Tras la ceremonia, Martin Miller, de Illinois (EE.UU.), declaró sentirse deseoso de “predicar el Evangelio y dar esperanza a la gente. Deben saber que la santidad está al alcance de las personas corrientes, de aquellos que se levantan pronto para ir a trabajar, que vuelven a casa y han de ayudar a sus hijos con las tareas, que han de hacer cuentas para llegar a fin de mes... El beato Josemaría Escrivá, pronto santo, dijo a esas personas que el Cielo no está tan lejos de sus afanes diarios”.

Jude Idahosa, nuevo sacerdote de Nigeria, ingeniero agrónomo, expresó “el deseo de trabajar como sacerdote en mi país”. Su padre, Atkinson Egharevba, de religión edoo, acudió a la ceremonia con el atuendo propio de su tribu: "África necesita muchos y muy buenos sacerdotes. Necesitamos cientos de ellos", dijo. La madre de Jude, Janette, considera "una bendición de Dios que haya llamado a un hijo mío a su servicio. Nunca lo hubiera imaginado, sólo Él puede hacerlo".

La familia de Laurence vino desde Filipinas.

Lo vemos feliz

Actualmente significa mucho que una familia holandesa tenga un hijo sacerdote. “Hace treinta años, era bastante normal que las familias católicas de nuestro país tuvieran algún hijo sacerdote. Ahora esto, desgraciadamente, no ocurre, lo que nuestra alegría por este don es enorme”, dijo Wil, madre de Wilhemus Veth. La representación holandesa, más de cincuenta personas, estaba compuesta, aparte de los familiares, por amigos y compañeros del nuevo presbítero. “Todos tenemos muchas esperanzas en él, y deseamos que, si Dios quiere, dé muchos frutos en Holanda”, señalaron.

De la región francesa de Bretaña también vino una representación numerosa para acompañar a Jean Philippe Huet. Su madre dijo estar “muy contenta del camino que ha elegido nuestro hijo, porque lo vemos feliz. También se alegraron mucho nuestros familiares y amigos, cuando les dijimos que se iba a ordenar”.