Mons. Busquets, nació en la localidad catalana de Viloví en Oñar, el 3 de marzo de 1935. Descubrió su vocación religiosa joven y entró al seminario diocesano de Gerona (Cataluña). Fue ordenado sacerdote, en la fiesta de san José, un 19 de marzo de 1958.
Conoció a san Josemaría en el Perú
Vino al Perú en 1962. En la Prelatura de Yauyos ejerció su actividad misionera trabajando como párroco en San Luis, Cerro Azul, Cañete, San Vicente, entre otras localidades, además de ejercer diferentes encargos como Rector del Seminario Mayor de la Prelatura, Director de Cáritas, Vicario Episcopal, entre otros.
Fue el primer socio en el Perú en solicitar su ingreso a la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, asociación de sacerdotes intrínsecamente unida a la Prelatura del Opus Dei, la cual fue apoyo en su vida y en su ministerio. En 1974, durante la estancia de san Josemaría Escrivá en tierras peruanas, participó de un entrañable encuentro con el fundador del Opus Dei junto a otros sacerdotes, en la casa de retiros de Larboleda, en Chosica.

En la Prelatura de Cañete, Yauyos, Huarochirí
En el periodo como obispo de monseñor Sánchez-Moreno Lira en la Prelatura de Cañete, Yauyos y Huarochirí, monseñor Busquets contribuyó a mejorar la asistencia de Cáritas promoviendo obras en beneficio de los más necesitados: Comedores Populares, Centros de Atención Médica, apoyo a la construcción de carreteras, instalaciones de agua y desagüe, etc.
En el ámbito pastoral, se prosiguió con el concurso de Religión, evento anual con la participación de alumnos de los Centros Educativos de Primaria y Secundaria. También se inauguró en 1982, el Instituto Superior Pedagógico de Cañete, y otro similar en Yauyos y en el distrito de Catahuasi, contribuyendo a la formación de una nueva generación de docentes.

Algunas virtudes humanas
A lo largo de su ministerio, monseñor Busquets destacó por vivir la virtud del orden. Era una persona de trato amable y procuraba evitar llamar la atención
A lo largo de su ministerio, monseñor Busquets destacó por vivir la virtud del orden. Era una persona de trato amable y procuraba evitar llamar la atención. Tenía una mentalidad abierta y alegre, se caracterizaba por su serenidad, elegancia y delicadeza con los demás.
En los diferentes encargos pastorales al servicio de la Iglesia, destacó por su capacidad de trabajo, era un buen administrador y tenía una mentalidad práctica para resolver problemas. En reconocimiento a su labor y entrega a la Iglesia, el Papa Juan Pablo II le otorgó el título honorífico de Prelado de Honor de Su Santidad en 1998.
Trabajó durante muchos años en la Prelatura de Yauyos, siendo un gran colaborador de monseñor Luis Sánchez-Moreno Lira, quien en 1996, fue designado arzobispo de Arequipa, ciudad a la que monseñor Busquets lo acompañó tras ese nombramiento episcopal.
En Arequipa: cuidado de la liturgia
El entonces, arzobispo de Arequipa, monseñor Luis Sánchez-Moreno Lira, señalaba en una entrevista a la revista “Fe y Familia” en el año 2004: “Ha habido otras muchas cosas en las que me ayudó Mons. Mario Busquets, el actual Obispo de Camaná (él colaboró bastante conmigo en Cañete), con su gran capacidad de iniciativas. Una de ellas, por ejemplo, que estaba muy a la mano, era lo del culto, la liturgia”. (..) “Es una exigencia fundamental dentro de la Iglesia y es un punto de arranque, y de vivencia, para hacer las cosas pastoralmente bien. De allí también nació la preocupación, en primer lugar, porque las misas que yo celebraba –y después, poco a poco, las misas de todos los sacerdotes–, estuvieran muy metidas dentro del espíritu de la liturgia con el cuidado exquisito que la liturgia pide”.

Labor como obispo Prelado de Chuquibamba
El 25 de enero de 2001, fue designado por Juan Pablo II, como Obispo-Prelado de Chuquibamba. Tras su nombramiento eligió como lema: "Evangelizare Jesum Christum" (Evangelizar a Jesucristo). La Prelatura territorial de Chuquibamba comprende las provincias de Camaná, Castilla, Condesuyos y La Unión.
Como obispo, fue un líder cercano y comprometido con las necesidades espirituales y sociales de Camaná y de toda la Prelatura de Chuquibamba.
Como obispo, fue un líder cercano y comprometido con las necesidades espirituales y sociales de Camaná y de toda la Prelatura de Chuquibamba. Además, promovió las vocaciones sacerdotales mediante el Seminario Mayor "Nuestra Señora de Quilca"; ayudó a la construcción de la Catedral san Miguel Arcángel de Camaná, apoyado por los fieles y el clero de la zona; recibió e incentivó la presencia de diferentes instituciones femeninas de la Iglesia como: las Hermanas Dominicas de la Doctrina Cristiana; las Hermanas "Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará"; las Hijas de la Caridad de la Parroquia San José de Ocoña, entre otras.
A los 80 años, el Papa Francisco aceptó su renuncia como obispo, regresando a san Vicente de Cañete, residiendo desde 2016 en el Seminario, donde continuó con su servicio ministerial ayudando en la formación y acompañamiento espiritual de numerosos seminaristas, sacerdotes y religiosas de la Prelatura de Yauyos.

La vida de monseñor Busquets se podría resumir en la frase evangélica: “siervo bueno y fiel”. Procuró dar buen ejemplo como sacerdote y pastor, al servicio de los fieles, especialmente de los más necesitados, así como de la promoción de las vocaciones, en los diferentes lugares del Perú donde desempeñó su oficio sacerdotal y luego episcopal: Cañete, Arequipa y Camaná.

