Los futuros “saxum”: casas en Pamplona Alta

Jóvenes y profesores de los colegios Salcantay y Alpamayo, se involucran en la edificación de casas en Pamplona Alta, en el distrito de san Juan de Miraflores, al sur de Lima, como parte de las actividades CAS.

Para explicar una acción de amor y solidaridad siempre es bueno citar pasajes de las Sagradas Escrituras. En el evangelio de Mateo, en los versículos finales del capítulo veinticinco las personas que escuchaban a Jesús le preguntan: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, o sediento, y te dimos de beber?”, Y el Señor responde: “Cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis”.

Considero que estas palabras nos ayudan a entender la labor de más de ochenta jóvenes de Alpamayo y Salcantay, de invertir un fin de semana de su vida, en la construcción de diez hogares en las zonas más pobres de Pamplona Alta, al sur de Lima.

El último sábado y domingo de noviembre fueron las fechas para tan noble acción. Es importante dar algunos detalles: lo retador del terreno, la complejidad para trabajar con algunos materiales y la aparición de un sol inclemente, pero lo que más se puede destacar es el significado de esta acción en la vida de los jóvenes, quienes pusieron en juego: altruismo, solidaridad y talentos al servicio de las familias beneficiadas.

“Es una experiencia que llena el alma”

“Es una experiencia que llena el alma”, señalaba Joaquín Chávez, alumno de grado diez. “En un momento nos ponemos a pensar en todos los esfuerzos de recaudación que hicimos para la construcción de estas casas, y vemos que vale la pena porque le cambias la vida a toda una familia. Es muy gratificante”.

La alumna Nicole Garván, del colegio Salcantay, menciona que no solo fue ir a construir casas, sino, ayudar a forjar un nuevo futuro: “Lo que tratamos de dar a estas familias es un futuro de esperanza, donde el apoyo al prójimo no debe ser extraño, sino algo que se debe vivir todos los días”.

diez familias de Pamplona Alta eran testigos de cómo estos alumnos trabajaron no solo para darles un nuevo hogar, sino una inmensa alegría que invita a soñar con estos jóvenes quienes serán los futuros “saxum”

El último domingo de noviembre, cuando el sol lanzaba sus últimos rayos, y el anochecer estaba más cerca, diez familias de Pamplona Alta eran testigos de cómo estos alumnos trabajaron no solo para darles un nuevo hogar, sino una inmensa alegría que invita a soñar con estos jóvenes quienes serán los futuros “saxum” (roca) que la sociedad peruana necesita para “pintarse la cara color esperanza. Tentar al futuro con el corazón” como dice el estribillo de la canción de Diego Torres.

Gustavo Beltrán