La Familia en las Enseñanzas del Beato Josemaría

Cañete“A mí, lo que me ha tocado es buscar la santidad en mi hogar, queriendo con todo el alma a mi marido y a mis hijos, empeñándome en hacerlos felices, y en formarlos con paciencia cada día. A través de ese esfuerzo por atenderlos bien, estoy santificando a mi familia”

Pío y Ana Lucía Rosell junto con sus 4 hijos.

Esas fueron las palabras de Ana Lucía de Rosell, durante el homenaje de las familias de Cañete al Beato Josemaría Escrivá, con motivo del Centenario de su Nacimiento.

La provincia de Cañete se encuentra 140 Km. al sur de Lima (Perú). Su historia está estrechamente ligada a la del Beato Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei. En 1957 la Santa Sede erigió la Prelatura Nullius de Yauyos y Huarochirí (a la que más adelante se unió Cañete) y la encomendó al Opus Dei. No es extraño, pues, para los lugareños encontrarse, como ocurre en esta ocasión, con una procesión, con el Beato Josemaría en andas, y gente de diversa índole, portando estandartes y banderolas alusivas a su mensaje. La Santa Sede autorizó en 1994 que se le dé culto público al Beato Josemaría en toda la Prelatura de Cañete, Yauyos y Huarochirí.

El Vicario Regional de la Prelatura del Opus Dei en el Perú, mons. José Luis López-Jurado, hizo una alusión a ello en un mensaje que envió a los organizadores del acto: “el valle bendito de Cañete, con todas sus gentes y de modo especial todas sus familias, estuvieron muy dentro del corazón del Beato Josemaría desde el primer momento en que, respondiendo a una petición del Santo Padre, la labor del Opus Dei se hizo presente en estos lugares”.

Procesión del Beato Josemaría camino al Satuario.

Añadió que mientras vivió, el Beato Josemaría siguió día a día todo lo que sucedía en estas tierra y en la primera oportunidad que tuvo vino a visitarnos, el 13 de julio de 1974. “Ahora, en los altares, y Canonizado próximamente el 6 de octubre, podemos decir que tenemos un Santo en Cañete que ha pisado nuestras calles, ha hablado con nuestros familiares y amigos, incluso con algunos de nosotros, que nos quiere con un amor inmenso, que se preocupa por nosotros, e intercede por nosotros delante de Dios”.

Más de mil quinientas personas participaron en esta actividad, organizada por el Centro de Formación Profesional para la Mujer Condoray y varias instituciones locales, para agradecerle su mensaje que ha contribuido a formar tantos hogares felices. El homenaje se desarrolló en el Santuario Madre del Amor Hermoso, santuario que alberga una imagen de la Virgen regalada por el Beato Josemaría Escrivá.

Entre los ponentes estuvo la Dra. Maggela de Tejada, Secretaria de la Comisión de Familia de la Conferencia Episcopal, quien afirmó que “la recuperación moral de la sociedad actual se producirá sólo si en cada hogar se practican lo auténticos valores y virtudes cristianas. La familia bien constituida es la única escuela donde se pueden transmitir las lecciones del bien y los principios morales”

La Dra. de Tejada, manifestó que transmitir virtudes indudablemente depende del buen ejemplo que dan los padres a los hijos, del ambiente familiar en que se educan, las amistades que los rodean y la fe viva que les muestran con sus actitudes. Agregó que al Beato Josemaría le gustaba imaginar a los hogares cristianos, luminosos y alegres, como fue el de la Sagrada Familia, afirmación eternamente vigente, que significa que en la familia, cada uno debe sentirse servidor de los demás, responsables de la felicidad del otro; formar una comunidad de amor, de fe, de oración y enfrentar con buen humor las vicisitudes de la vida.

Por su parte, su esposo, el Dr. Edgard Tejada, Director de la Clínica Angloamericana y profesor de Orientación Familiar, añadió en su intervención que “hacer divinos los caminos de la tierra, santificando lo ordinario de cada día y el ambiente familiar, son enseñanzas del Beato Josemaría que nos llevan constantemente a preservar los valores de la familia, atacados actualmente por las diversas corrientes del pensamiento”.

Durante la Conferencia en el Santuario de Nuestra Señora del Amor Hermoso.

Durante la ceremonia, algunas familias dieron testimonios personales sobre la influencia del mensaje del Beato Josemaría en sus vidas. Entre ellas estuvo Matías Huapaya, agricultor cañetano, quien expresó emocionado su agradecimiento a Dios por la vocación sacerdotal de dos de sus trece hijos, que estudian en el seminario de la Prelatura de Cañete y Yauyos. Dijo que el mensaje del Beato Josemaría sobre la generosidad y entrega en la familia, ha sido una guía constante para sacar adelante su hogar y santificar su trabajo en el campo con mucha alegría.

Moisés Díaz, que saca con esfuerzo un negocio de comidas, dijo que gracias a las enseñanzas del Fundador del Opus Dei, todos en su familia aprendieron a llevar con alegría las dificultades económicas y a tener mucha confianza en Dios. “Escuchando al Beato Josemaría hemos tenido ideas cristianas para educar a nuestros hijos. Los hemos impulsado a ser responsables, a no crearse necesidades superfluas, y a poner la mirada en lo que es realmente importante: cultivar el espíritu de servicio, la solidaridad y el cumplimiento de los compromisos”.