San Josemaría vuelve a Triana

52 años han pasado desde la mañana del 1 de octubre de 1968 en que san Josemaría Escrivá acudió a la Capilla de los Marineros en Triana, para postrarse en oración ante la Santísima Virgen de la Esperanza, la dolorosa, de innumerables devotos de todo el mundo.

La visita de san Josemaría la datan una placa, una reliquia y una postal.

Una placa porque la Hermandad de la Esperanza de Triana ya dejó constancia de aquella visita en 2016, en importantes letras de grabado, con la inscripción que recuerda el paso de san Josemaría por el templo sevillano.

Una reliquia porque el pasado 31 de octubre la Hermandad ha entronizado a los pies de la Esperanza de Triana un relicario con una traza física del santo “para que su vestigio nos recuerde −afirmó el Hermano Mayor, Sergio Sopeña− aquello de lo que san Josemaría quiso persuadirnos: que la felicidad del Cielo es para los que saben ser felices en la tierra”.

En su intervención de agradecimiento, Sergio Sopeña expresó su satisfacción porque en el templo se venere una reliquia de san Josemaría, “cuyo mensaje sobre la llamada universal a la santidad nos interpela particularmente a los laicos que vivimos en medio del mundo para hacer de nuestra vida cotidiana una vida santa, con la ayuda de Dios: por eso hemos querido que en el relicario se grabe el texto San Josemaría, el santo de lo ordinario”.

Y una postal porque, en efecto, de aquella visita de oración filial de 1968 se conserva un recuerdo familiar: una tarjeta postal de la imagen de Nuestra Señora de la Esperanza dirigida a sus hijos del Opus Dei en Roma, asegurándoles que al día siguiente, 40º aniversario de la fundación de la Obra, les tendría muy presentes y estarían todos juntos en el mismo Corazón.

Relicario de san Josemaría

Como recordó en la misa precedente a la entronización del relicario D. Gabriel de Castro, vicario del Opus Dei en Andalucía Occidental y Extremadura, san Josemaría llevaba “muchos años acudiendo a numerosos lugares donde de un modo especial se venerase a la Madre de Dios. En esas visitas de hijo a su Madre le presentaba de forma constante y confiada las intenciones que ocupaban su corazón: la Iglesia, el Papa, la salvación de todas las almas, el Opus Dei... Todo ello como manifestación del amor a la Santísima Virgen que el Señor puso en su alma y que fue una seña de identidad permanente de su persona, de su predicación y parte importantísima de la herencia que ha dejado a sus hijos en el Opus Dei”.

A la ceremonia acudieron numerosos fieles, que coparon el aforo permitido en el templo, uno de los ejes más populares de la devoción mariana de la ciudad y verdadero corazón devocional del barrio.

Gabriel de Castro, vicario del Opus Dei en Andalucía Occidental y Extremadura

Allí tiene su sede la Hermandad de la Esperanza de Triana, fundada en 1418; una de las más antiguas de la capital hispalense y que cuenta en la actualidad con una proyección que supera ampliamente los límites geográficos de Sevilla.