Forjar hijos con personalidad de acero

Mónica y César Cáceres cuentan de su experiencia en Raíces, un Centro de Orientación Familiar que ha ayudado a muchos matrimonios jóvenes a encontrar respuestas a sus inquietudes como padres.

Mónica y César, con sus hijos Almudena e Ignacio

Raíces se fundó en Lima en diciembre del año 2006. Es el Centro de Orientación Familiar, representante del IFFD (Federación Internacional para el Desarrollo de la Familia), organización consultiva de la ONU, con sede en Madrid, que agrupa a más de 50 países en el mundo. Raíces se encuentra en Arequipa, Lima y Piura.

El grupo promotor estuvo liderado por Mónica y César Cáceres junto con Fabiola y Juan Carlos Pacheco. El objetivo de Raíces es formar a un grupo de padres que ayuden a otros padres en la educación de sus hijos. Desde aquel diciembre hasta hoy, Mónica y César aseguran que el reto es muy grande, pero que aún así vienen logrado grandes satisfacciones.

Mónica y César llevaban cuatro años de casados cuando se inició este proyecto. No les parecía que tuvieran una gran experiencia, pero afortunadamente al poco tiempo recibieron a los esposos Vicky y Ramón Moix, enviados por el IFFD para capacitar a los nuevos miembros de la orientación familiar del Perú, durante dos días intensivos. Cuentan que todo fue muy rápido y que, después de algunas reuniones, ya estaba constituido Raíces.

Estructura de los programas

Durante una reunión de equipo

Raíces difunde dos programas, dependiendo de las edades de los hijos: Primeros Pasos (dirigido a matrimonios con por lo menos un hijo entre cero y cuatro años) y Primeras Letras (dirigido a matrimonios con por lo menos un hijo entre cinco y ocho años).

Cada programa tiene una duración de cuatro meses y se trabaja con el método del caso: primero se lee individualmente el caso y la nota técnica, luego se discute el caso entre los dos esposos, después viene la reunión de equipo en las casas de los participantes y por último, la discusión final con todos los matrimonios que asisten al programa en la sesión general.

Raíces y algo más

César asegura que el interés de los programas radica en que todas las familias con hijos jóvenes tienen una preocupación común por mejorar como padres. “ Se reúnen familias que piensan y buscan lo mismo, sus hijos se conocen y se hacen amigos. Y dado que la formación familiar es similar, se logra forjar en estos chicos una personalidad de acero, son muy seguros de sí mismos y no se dejan influir por el entorno, al contrario, ellos influirán positivamente en la sociedad ”.

Un día de integración

Para apuntalar la ami stad, es importante la continuidad: organizamos días de integración familiar, cenas, charlas, cine fórums, celebramos los aniversarios de Raíces, etc. ”, afirma Mónica. “ Todos disfrutamos de una amistad muy bonita que posiblemente durará para siempre. En Raíces lo importante no solo son los programas, es también fundamental la amistad ”, finaliza César.

Según Mónica, en Raíces se discuten además temas de conciliación trabajo-familia. De hecho todos los formadores de Raíces tienen que hacer compatible su trabajo profesional o en la casa con la preparación de las clases y la organización de los programas, pero siempre teniendo claro que la propia familia está en primer lugar.

Las bases de un hogar deben sentarlas los padres. Actualmente se piensa que trabajar y ahorrar dinero es lo primero, pero la familia no se debe supeditar a estas prioridades ”. César, respecto a esto, añade que los padres son los mejores educadores de los hijos y la mejor educación se da con el ejemplo. Y por lo tanto, “ se necesita cantidad y calidad de tiempo: los padres deben invertir tiempo en sus hijos ”.

Sentido de Raíces: la familia

Según César, “ lo que se quiere con Raíces es robustecer a la familia, incidimos en la unidad familiar y vemos cómo las familias van creciendo ”. Una familia exitosa, para César, debe estar bien consolidada, “ es una familia donde los padres quieren lo mismo para sus hijos y viven la unidad. Es muy sencillo lograr una familia exitosa: basta con ver a otras, pues tienen mucho en común. Más bien las familias con problemas tienen, cada una, su propia historia ”.

Después de una sesión de capacitación

En la actualidad, para Mónica, “ tener familias bien formadas es una emergencia que hay que atender porque la sociedad está muy enferma y de eso existen diagnósticos suficientes. No hay que escatimar en iniciativas de todo tipo que transmitan grandes valores ”. Para este matrimonio promotor de Raíces, se requiere crear las condiciones para que la familia se desarrolle correctamente en la sociedad. Asimismo, son necesarias políticas de estado donde se priorice la dedicación de los padres en la educación de los hijos. Además se requiere más investigaciones y mejores publicaciones en torno a la familia. Y por último, debería existir muchas iniciativas que funcionen: hay que hacer cosas a favor de la familia.

Experiencia en Raíces

Mónica afirma que “ Dios nos da la gracia para sacar adelante a la familia y que Raíces es un buen medio para lograrlo ”. Para César, Raíces es el lugar donde se tiene que poner el hombro, “ participar en una organización como ésta es convertirse en servidor. Y si eres parte del equipo responsable, deberás estar dispuesto a ser uno de los mayores servidores ”.

Es necesario luchar cada día y saber que constantemente tenemos que corregir el rumbo. Lo más importante es ser felices como matrimonio para que nuestros hijos también lo sean. Los padres que participan en nuestros programas también están felices, se dan cuenta de que sus problemas son normales y tienen solución ”, afirma Mónica.

Tanto César como Mónica están agradecidos de formar parte del comité de dirección de Raíces. “ Cada vez que nos reunimos, lo hacemos con mucha ilusión e intentamos sacar un tiempo de nuestras actividades diarias. Y además, ayudando a otras familias, la propia familia es la más beneficiada ”, concluye César.