“Yo estoy en Piura desde el primer momento. Amo a la Universidad y a toda la población de Piura. Quiero con predilección al profesorado, a los estudiantes, a los empleados, a todos. Es una obligación mía porque soy el Gran Canciller. Uno de mis orgullos es ser Gran Canciller de esta Universidad. La próxima vez que venga al Perú habré venido a Lima, porque antes habré estado en Piura” Estas palabras de san Josemaría Escrivá de Balaguer, son muy significativas porque resumen el cariño de san Josemaría por la población de Piura y la UDEP.

Como es sabido, la Universidad de Piura está cumpliendo sus Bodas de Oro. La Providencia quiso que san Josemaría quisiera apostar por Piura y los piuranos, con una visión tal que ha sido muy audaz y fecunda. Por entonces, si un piurano quería acceder a una educación superior universitaria tenía que mirar a Lima, la capital. A partir de ese momento, san Josemaría hizo posible que las familias que no tenían recursos para enviar a sus hijos a Lima, tuvieran la opción de tener una formación universitaria de alta calidad en su propia ciudad.

Es importante resaltar la formación humana que ofrece la Universidad de Piura, la formación del criterio, con respeto exquisito a la libertad de cada quien, exigiéndole razonar con rigor, en profundidad y ayudándole a formar virtudes.

Ante ello, el aporte de san Josemaría a Piura y a todo el Perú, es una gran siembra de verdad que genera paz y alegría, que se plasma en el lema de la Universidad de Piura: Mejores personas, mejores profesionales, lo cual es muy coherente con sus enseñanzas ya que él descubrió a muchas personas que se puede acceder a la santidad en medio del quehacer diario. Así, este 26 de junio hemos celebrado con profundo agradecimiento por su gran regalo a estas tierras, por su cariño a Piura, a los piuranos y peruanos.