Condoray y Ribalera celebraron a Guadalupe

Desde el Centro de Formación Profesional para la Mujer Condoray, Cañete y desde la escuela de Hostelería Ribalera, en Chosica también siguieron en directo las incidencias de la beatificación de Guadalupe Ortiz de Landázuri el último sábado 18 de mayo y aunque eso significó robar algunas horas al sueño, valió la pena.

Instituto Condoray: en la beatificación por partida doble

En Condoray se pudieron seguir las incidencias de la beatificación de Guadalupe y también las de la tertulia con el Prelado del Opus Dei el sábado 18 de mayo. Algunas personas estuvieron en Madrid y otras siguieron desde Cañete la ceremonia.

Alicia Yi nos cuenta, en las siguientes líneas, cómo se vivió esta fiesta en Condoray. En la sede de Condoray sonó el timbre poco antes de las cuatro de la mañana para que todas pudiéramos vivir la beatificación. La instalación de los equipos quedó lista desde la noche anterior. Puntualmente, fuimos llegando todas y enseguida nos conectamos en la ceremonia en Madrid por televisión. El viernes terminó la semana de exámenes para las alumnas del Instituto; una semana de estudio más intenso y de robar horas al sueño, por eso se entiende que Gabriela, una de las residentes de Condoray, no pensó levantarse porque tenía demasiado sueño, pero nos acompañó ese día haciendo un esfuerzo. Y ahora está agradecida por haber vivido el momento y porque ha comprendido lo que significa la ceremonia en que hacen beata a la primera fiel del Opus Dei”.

Alicia comenta que la organización para poder ver la tertulia con el Prelado del Opus Dei el día sábado fue distinta porque desde la Administración tenían que prever la atención de una actividad en Villablanca, la casa de convivencias contigua a Condoray.

Preparon un menú “muy de Guadalupe”: Cocido madrileño en el almuerzo; y, tacos mexicanos, por la noche. Todas pusimos lo mejor de nuestra parte y, al mediodía, estuvimos en el “Aula 4” del Instituto Condoray donde se proyectaría la tertulia con el Prelado de la Obra para nuestras amigas y sus familias”, comentó.

En Condoray viendo la tertulia del sábado 18 de mayo en Vistalegre

La tertulia con el Prelado del Opus Dei fue especialmente entrañable y daba la impresión que: “estábamos ahí”. El final, con la proyección del video resumen del trabajo realizado por los voluntarios y todo el personal que se encargó de acondicionar Vistalegre para la beatificación de Guadalupe, fue muy emotivo.

Presencia de peruanas en Vistalegre

Kathy Mollehuara y Rosa Laura son otras dos de las residentes de Condoray. La primera dijo que, al ver la tertulia con Monseñor Fernando Ocáriz en directo, le parecía que "estábamos ahí mismo, había entendido muchas cosas sobre todo cuando el Padre habló de libertad y amistad". Por su parte, Rosa se emocionó con la ceremonia de beatificación, la tertulia y la naturalidad con que todos trataban al Padre.

En Villablanca también todo que preparado para que las Promotoras rurales de Condoray pudieran ver la tertulia. Nunca imaginaron poder ver en directo una tertulia con el Padre y que el ambiente sea tan familiar y festivo.

Josseanny Torres, residente venezolana en Villablanca, nos cuenta su experiencia: "Es la primera vez que veo una beatificación, no sabía lo que era y la verdad que ha sido emocionante porque ver a una persona que en su vida puede imitar a Cristo es hermoso. Y, sobre todo en servirle, por ejemplo cuando me toca hacer las tortillas mexicanas con la misma dedicación con que hago arepas, entonces es muy bonito y chistoso a la vez, porque es una venezolana tratando de hacer comida mexicana en el Perú”.

Condoray en Vistalegre (Madrid)

Milagros Panta fue parte de la delegación de Cañete que estuvo en los actos relacionados con la beatificación y la misa de acción de Gracias de Guadalupe. “Estos días han sido ocasión de hablar del carácter y figura de Guadalupe a quien queremos tener como modelo de nuestras vidas” nos dice Milagros, quien recogió algunos testimonios de quienes la acompañaron estos días.

"La beatificación de Guadalupe ha sido una emoción intensa, que aún no puedo explicar", comentó Andrea. De la tertulia "me quedo con lo que dijo el Padre, dolor y cansancio sí; tristeza no" comentó Elizabeth.

Algunas de la delegación de Condoray en Vistalegre

“Hemos hecho algunas normas de piedad estación tras estación y bus tras bus camino a Guadarrama donde vivimos esos días en Madrid. Pido a la Virgen y a Guadalupe que Dios siga cimentando en cada una, la base humana de las virtudes cristianas y respondan a su llamada”, concluye Milagros.
“No se limitó a estudiar y a ser buena profesional sino también dedicó su vida a servir y a iniciativas sociales. Ella se ha vuelto un gran ejemplo para mí”.

Andrea Aranya, Gestora de servicios del Banco de la Nación (Cañete) nos dice: “Lo primero que me impresionó de Guadalupe fue que a pesar de ser mujer, en su época a ella no le limitó estudiar lo que le gustaba que era Ciencias Químicas, algo que pocas mujeres lo hacían en ese entonces, seguía su vida esforzándose cada día más y motivando a otras mujeres que no hay límites que rompieran ese prototipo, que ni la enfermedad fuera un obstáculo para ella. No se limitó a estudiar y a ser buena profesional sino también dedicó su vida a servir y a iniciativas sociales. Ella se ha vuelto un gran ejemplo para mí”.

Ribalera: Un 18 de mayo diferente

En la escuela de Hostelería Ribalera en Chosica quisimos celebrar la beatificación de Guadalupe con una fiesta: cena mexicana, desayuno madrileño. Nos juntamos cerca de treinta personas. Varias amigas se quedaron a dormir ese día, nos levantamos a las tres de la mañana para ver en directo la ceremonia de la beatificación y la tertulia con el Prelado del Opus Dei.

Daba gusto ver la ilusión de todas, venciendo el sueño y con la alegría de poder estar participando y sentirse tan cerca, gracias a todos los medios de comunicación, hemos podido estar allí, en Vistalegre como uno más. Para todas ha sido una ocasión de conocer más a Guadalupe.

Viendo la ceremonia en la sala de estar de Ribalera

Antonella comenta que "no la conocía mucho, ahora ya le tengo devoción y acudo a ella. Guadalupe es animante, lo que más me gusta es su sonrisa, muy contagiosa”.

“¡Puedo ofrecer mi estudio, ponerle una intención, hacerlo por amor!”

A Tamara le ha sorprendido que una científica pueda llegar a los altares. “No sabía que una persona tan normal pudiera hacerse santa”. También fue un descubrimiento para Leslie que antes no entendía lo que significaba santificarse en medio del mundo: “¡Ahora ya lo entendí! ¡Puedo ofrecer mi estudio, ponerle una intención, hacerlo por amor!”

Jasmín contaba que “lo que más me ha gustado es que en la comida se disfruta, he visto cómo se vive en familia; también en la ceremonia, nunca me imaginé que iba a ser así, pensaba que me iba a aburrir y he estado muy despierta, ¡me ganaba el sueño, pero lo vencí!”

Para Stéfany y Ninoska ha supuesto un impulso para acudir a los medios de formación cristiana y frecuentar los sacramentos.

En Ribalera viendo la beatificación

A la tertulia con el Prelado del Opus Dei también vinieron algunas mamás de las chicas que frecuentan Ribalera. La mamá de Dajhaly estaba muy interesada en que viniera su hija, tiene un cáncer muy avanzado y quería que le ayudáramos espiritualmente. Dajhaly se fue muy contenta, lo que más le ayudó fue la respuesta de Monseñor Fernando Ocáriz a un matrimonio hablando del dolor, se puede sufrir y al mismo tiempo tener mucha alegría.

Todas hemos experimentado la maravilla de ser o estar cerca del Opus Dei, Guadalupe se ha lucido y sigue propiciando muchas conversiones. Agradecemos a todas las personas que han trabajado en la puesta en marcha de esta gran fiesta familiar en el Perú y en el mundo entero.