¿Cómo es el «Diccionario de San Josemaría»? Un ejemplo: la voz "Unidad de vida"

De las 288 voces del Diccionario de san Josemaría, algunas profundizan en la vida espiritual cristiana y en la reflexión teológica a la luz de las enseñanzas de Escrivá. Las histórico-biográficas, en cambio, proporcionan información sobre los personajes, lugares o sucesos relevantes en la historia del fundador del Opus Dei. Como ilustración, ofrecemos una de las voces publicacadas en el Diccionario, "Unidad de vida", escrita por Ignacio de Celaya.

El diccionario de divulgación científica dedicado a la vida, el mensaje y la doctrina de san Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, publicado por la editorial Monte Carmelo y el Instituto Histórico San Josemaría Escrivá, presenta un total de 288 voces, 158 son de carácter teológico-espiritual, mientras que 130 son histórico-biográficas. Las primeras profundizan en variadas materias de la vida espiritual cristiana y de la reflexión teológica, a la luz de las enseñanzas de Escrivá. Las histórico-biográficas, en cambio, proporcionan una información esencial acerca de los personajes, lugares o sucesos más relevantes en la historia del fundador del Opus Dei. Se analiza también su obra escrita y predicación, así como algunas de las iniciativas apostólicas que impulsó en todo el mundo.

El trabajo ha sido realizado por 226 autores, entre teólogos, canonistas, historiadores, filósofos y otros especialistas de los cinco continentes, bajo la supervisión de un comité editorial presidido por José Luis Illanes.

El resultado es un volumen de 1358 páginas que se presenta como una útil obra de consulta, con información imprescindible tanto para especialistas como para personas interesadas en conocer mejor el influjo espiritual y las aportaciones de Josemaría Escrivá.

Un ejemplo: la voz "Unidad de vida"

Ofrecemos una de las voces publicacadas en el Diccionario, "Unidad de vida", escrito por Ignacio de Celaya:

"En una homilía que san Josemaría Escrivá de Balaguer pronunció en la Universidad de Navarra el 8 de octubre de 1967, rememoraba: “Yo solía decir a aquellos universitarios y a aquellos obreros que venían junto a mí por los años treinta, que tenían que saber materializar la vida espiritual. Quería apartarlos así de la tentación, tan frecuente entonces y ahora, de llevar como una doble vida: la vida interior, la vida de relación con Dios, de una parte; y de otra, distinta y separada, la vida familiar, profesional y social, plena de pequeñas realidades terrenas”. Y, enseguida, dirigiéndose con gran fuerza a la multitud que le escuchaba, añadió: “hay una única vida, hecha de carne y espíritu, y ésa es la que tiene que ser en el alma y en el cuerpo santa y llena de Dios: a ese Dios invisible, lo encontramos en las cosas más visibles y materiales” (Conversaciones, 114).

El concepto de “unidad de vida” que desarrollan esas palabras fue uno de los aspectos centrales de la vida y enseñanzas de san Josemaría. Con una profundidad y una fuerza poco comunes, vivió y explicó esta característica de la vida cristiana vivida en plenitud: la armonía, la consonancia, el empaste coral, la interacción y la unidad en que deben confluir los diversos aspectos de la vida de un cristiano y de sus variadas y múltiples actividades, cuando, movido por la gracia y la caridad, están dirigidas objetiva e intencionalmente a un único fin. Y esto –aquí radica en gran parte su originalidad–, referido a todos los cristianos, en particular al cristiano corriente que vive en el ajetreo de las circunstancias ordinarias en medio del mundo.

En esta voz se glosan algunos aspectos de esta noción y de esta realidad. Sólo se consideran los aspectos más fundamentales, pues, bajo la expresión “unidad de vida”, podría tratarse de toda la existencia cristiana".

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