Club Saeta: dar paz en tiempos de incertidumbre

El club Juvenil Saeta empezó sus actividades hace sesenta años en Lima. La cuarentena fue una oportunidad donde aprovechamos los medios tecnológicos para ayudar espiritualmente a los estudiantes, incrementar la amistad con ellos y seguir en contacto con sus familias.

Antes de la cuarentena en el jardín del club

No sólo se ha podido transmitir por varias redes sociales la Santa Misa y el rosario cada día, sino también organizar algunos encuentros informales o tertulias.

Tertulias y conversaciones entre amigos

Por ejemplo, tuvimos una con Aldo Corzo, futbolista de la selección peruana de fútbol, un referente para muchos jóvenes y en cuya tertulia participaron muchachos del Saeta, así como otros jóvenes universitarios que venían por el club hace unos años.

Aldo comentó su experiencia de pertenecer a la selección del Mundial Rusia 2018, así como vivencias con compañeros con los que le ha tocado jugar y dio algunos consejos de vida. Era edificante escuchar de Aldo, la necesidad de buscar a Dios en la vida ordinaria, y de procurar ser un caballero, dentro y fuera de los estadios de fútbol.

Otra tertulia fue con José Miguel Gálvez, “Jota” para los amigos, quien era residente del Saeta hasta el año pasado. Ahora vive en el Colegio Romano de la Santa Cruz en Roma y nos comentó como afrontaron la vida en esa ciudad con la cuarentena, las actividades académicas y el aprovechamiento del tiempo en esas circunstancias. El encuentro fue de interés de los muchachos, quienes aprecian y estiman a “Jota”.

Situaciones como las que estamos viviendo nos permiten seguir en contacto con jóvenes que venían por el club y que ahora viven en otro país. Es el caso de Antonio y su familia de siete hermanos, quienes ahora residen en Cuenca. Antonio frecuenta el club de la Obra en esa ciudad de España y sigue en contacto con nosotros. Hace poco participó en la tertulia con José Miguel desde Roma y de una romería virtual con uno de los residentes del Saeta. Algunas noches también pudimos conectarnos desde el televisor de la casa y nos comunicamos con jóvenes del club para conversar con ellos y pasar un buen rato.

Por ejemplo, con Emilio quien tiene mucha habilidad para la realización de videos. Nos hizo llegar uno que hizo para su promoción del colegio. Realmente entrañable. Emilio hace los videos y fotos del club Saeta para la cuenta en Instagram y actualmente termina de editar una película.

También hizo un video donde muestra algunas de las actividades formativas, deportivas, y de labor social que hacíamos antes de la pandemia y que se puede apreciar aquí:

Formar en amistad y compañerismo

La cuarentena no ha sido un obstáculo para seguir en contacto y fortalecer los vínculos de amistad entre los jóvenes que venían por el Saeta. Procuramos dar continuidad a la formación espiritual de los chicos mediante círculos de estudio, meditaciones y retiros mensuales.

En la JMJ de Panamá con un grupo de chicos del club

Y durante el mes de mayo, los residentes procuraron rezar romerías virtuales con amigos. Entre los meses de mayo y junio, siguiendo el pedido de la carta del Papa Francisco, los sábados y domingos también organizábamos el rezo del santo Rosario con cinco familias vía zoom, y lo retransmitíamos por Facebook live del Saeta.

Así pudimos comprometer a muchos papás del club a que colaboraran con esa iniciativa. No sólo desde Perú se unieron al rezo del santo Rosario, sino también amigos peruanos que residen en otros países como Paraguay.

Uno de los papás, César Cier, cuyo hijo frecuenta el club, mencionaba que consideraba la oportunidad de participar de la experiencia del rezo del santo Rosario como “parte de un regalo que Dios nos hace por pertenecer a la familia del colegio Alpamayo, donde nuestros hijos han forjado la linda relación que los une y a través del cual tenemos la felicidad de tener a sus familias como nuestros amigos”.

En los rosarios cada familia pedía por una intención. Era emocionante, ver como se pedía por el fin de la pandemia, por los enfermos y sus familiares, por aquellos que se han quedado sin trabajo, por los profesores y directivos de los colegios, por nuestras autoridades, por la paz en Venezuela, por la Iglesia y el Santo Padre entre otras muchas intenciones.

Fueron más de cien días rezando el santo Rosario. A partir del primero de julio, dejamos de retransmitirlo vía redes sociales. Ahora sabemos que se reúnen papás y mamás del club saeta para seguir rezar el santo Rosario con sus amigos vía zoom.

Estas iniciativas nos permiten seguir en contacto con los estudiantes que venían por el club y sus familias, aunque no tengamos temporalmente las actividades presenciales de los clubes de cocina y de teatro, los cuales próximamente saldrán por la vía virtual.

En el Zoom con Aldo Corzo, jugador de la selección peruana de fútbol

Ahora, hemos reinventado el 4x4 en tiempos de pandemia, un juego de habilidades intelectuales, sociales y deportivas, que era un clásico en el Saeta, y en el que hemos involucrado a chicos del colegio Alpamayo de sétimo grado.

La cuarentena también ha sido una oportunidad para ayudar a muchachos que habían dejado de venir por el club y animarlos a volver a los medios de formación espiritual; o, también animar a nuevos jóvenes a participar de los medios de formación.

Los padres: el público más agradecido

Marco es un padre de familia cuyo hijo Mariano venía por el Saeta y nos mandó un mensaje donde agradecía la labor del club. Especialmente, la de los sacerdotes, quienes con la santa Misa y las pláticas llegan a las familias con la palabra de Dios, transmitiendo paz en tiempos de incertidumbre.

“Los capellanes del club son los instrumentos para ganar en filiación con Dios. Son la herramienta de la que Dios se sirve para ajustarnos cuando estamos flojos en el amor a Dios”

Este tiempo de cuarentena me sirve para conocer más a Dios. Los capellanes del club son los instrumentos para ganar en filiación con Dios. Son la herramienta de la que Dios se sirve para ajustarnos cuando estamos flojos en el amor a Dios”, menciona Marco, quien contaba que familiares de su esposa, Natalia en el norte de país, una de las zonas más azotadas por el COVID-19 siguen la Misa a diario por el Facebook live del Saeta.

Por otra parte, fue muy simpático que una madre de familia cuyo hijo frecuenta el club nos pidió que grabáramos un video por el cumpleaños de este joven que ocurrió a mitad de la cuarentena y que revela el cariño que las familias tienen al club y a las actividades promovidas desde aquí.

Retiros online para papás

La asistencia a los retiros mensuales online para los papás del club se ha incrementado. No sólo hay papás del club y del colegio Alpamayo que se unen a la transmisión en vivo vía el Facebook live del Saeta y por zoom, sino que también desde países como Canadá y Argentina, otros amigos y cooperadores de la Obra entran en conexión. La asistencia supera las ciento cuarenta personas en promedio. Lo cual nos anima a buscar el trato apostólico con los papás asistentes, en su mayoría de los colegios Alpamayo y Salcantay.

En el club Saeta también hemos aprovechado la transmisión de la Santa Misa por redes sociales para encomendar diferentes intenciones que nos llegan de los jóvenes y de sus familias, quienes piden rezar por un familiar enfermo, por un papá en su cumpleaños, por el fallecimiento de un ser querido, entre otras intenciones que facilitan vivir la comunión de los santos en esta situación.

El tiempo de cuarentena es una oportunidad de crecer para adentro, y así lo entendimos en el Saeta. Ahora estamos en el empeño de fortalecer la amistad entre los jóvenes del club y seguir contribuyendo a que sean mejores estudiantes y cristianos, junto a sus familias; aunque temporalmente, no podamos organizar campamentos, paseos, catequesis o visitas a pobres de la virgen. Ya habrá momento -más adelante- de juntarnos nuevamente.