Ciencia: servir al hombre sin lazos ideológicos o económicos

Juan Pablo II ha recibido en audiencia a los participantes en la sesión plenaria de la Pontificia Academia de las Ciencias dedicada al tema "Senderos de descubrimiento". Los hombres y mujeres de ciencia, dijo el Papa, deben afrontar el reto de poner su creatividad al servicio de la familia humana.

"La plenaria de este año -dijo Juan Pablo II-, dedicada a la ciencia y a la creatividad, plantea importantes cuestiones ligadas profundamente con la dimensión espiritual del ser humano. La revelación enseña que los hombres y mujeres han sido creados a 'imagen y semejanza de Dios' y por eso poseen una dignidad especial que les capacita, con la obra de sus manos, para reflejar la actividad creadora de Dios".

"La creatividad que inspira el progreso científico -prosiguió- se manifiesta especialmente en la capacidad de hacer frente y resolver nuevos temas y problemas, muchos de los cuales tienen repercusiones planetarias. Los hombres y mujeres de ciencia deben afrontar el reto de poner su creatividad cada vez más al servicio de la familia humana, trabajando para mejorar la calidad de vida en nuestro planeta y promoviendo un desarrollo integral de la persona humana, tanto espiritual como material. Si la creatividad científica quiere beneficiar el progreso humano auténtico, debe permanecer desligada de cualquier forma de condicionamiento financiero o ideológico, para que pueda dedicarse por completo a la búsqueda imparcial de la verdad y al servicio desinteresado de la humanidad".

El Papa recordó a los académicos que el tema de su encuentro "invita a una reflexión renovada sobre los 'senderos del descubrimiento'. La maravilla que iluminó la primera reflexión filosófica sobre la naturaleza y dio origen a la ciencia, no se ha visto disminuida por los nuevos descubrimientos; al contrario, a menudo inspira estupor por la distancia que separa nuestro conocimiento de la creación de la plenitud de su misterio y grandeza".

"A pesar de la incertidumbre y del esfuerzo que entraña cualquier tentativo de interpretar la realidad, no solo en el ámbito de la ciencia sino en el de la filosofía y de la teología -concluyó- los senderos del descubrimiento son siempre senderos hacia la verdad. Y todo el que busca la verdad, sea consciente o no, sigue un sendero que en último término lleva a Dios, que es la Verdad misma".

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