Centro de Formación Integral para la Mujer en Bolivia, CEFIM

“Educar a la mujer es educar a una familia”. Ese es el lema de CEFIM, Centro de Formación Integral para la Mujer, que se creó en la capital boliviana en 1986. A las mujeres de escasos recursos, CEFIM ofrece una formación integral, que les capacita en un oficio y, respetando su identidad cultural, les permite mejorar sus condiciones de vida.

'Educar a la mujer es educar a una familia', dice el lema de CEFIM.

“Cuando vine desde Apolo, me sentía sola y extraña en una ciudad enorme, no sabía muchas cosas: ni leer ni escribir, ni cómo cocinar. En el CEFIM aprendí a trabajar con alegría, y ahora agradezco contar con un buen empleo con el que puedo ayudar a mi familia”. Estas palabras de Consuelo Villanueva resumen la experiencia de muchas bolivianas.

Actualmente Bolivia es considerado uno de los países más pobres de Sudamérica. Cuenta con una población de 8,3 millones de personas, de las que aproximadamente el 50% vive en la pobreza. En el campo, ésta alcanza al 94% de la población, lo que explica la migración de la zona rural a la ciudad.

Tal situación de pobreza afecta sobre todo a las mujeres, que tienen menos acceso a la educación y a las oportunidades de empleo que los varones: según datos oficiales, se estima que el 60% de las mujeres que viven en áreas urbanas se ven discriminadas por ser cabeza de familia y carecer de educación y capacitación. Las que trabajan, lo hacen en el sector informal, a través de microempresas y otras modalidades de autoempleo, y reciben el 39% menos de salario que los varones.

Una respuesta concreta

Como respuesta a esta necesidad, la ASOCIACIÓN PARA LA PROMOCIÓN CULTURAL Y SOCIAL (APROCS) se propuso crear en 1986, bajo el patrocinio de don Álvaro del Portillo, el Centro de Formación Integral para la Mujer (CEFIM), que se planteó brindar capacitación técnica y académica a mujeres de escasos recursos provenientes del campo y de zonas periféricas de la ciudad de La Paz.

CEFIM intenta que sus alumnas accedan a un puesto de trabajo para que en un futuro sean capaces de vivir de manera digna y cristiana.

“En nuestro país existe una gran población de mujeres que se encuentran desempleadas o subempleadas y que se enfrentan ante un problema de supervivencia”, explica Graciela Volpe, directora del CEFIM. “Uno de los factores más importantes que dan lugar a esta situación es la falta de capacitación. Nuestra intención es posibilitar a las alumnas el acceso a distintas fuentes de trabajo y formarlas para que en un futuro sean capaces de vivir de manera digna, cristiana -y por eso plenamente humana- en una sociedad con grandes contrastes”.

Como todo, el CEFIM nació pequeño. Un grupo de personas que conocían las enseñanzas de san Josemaría Escrivá de Balaguer, Fundador del Opus Dei, buscó dar una respuesta cristiana al problema educativo y laboral femenino. Desde el principio tenían claro que el motor de todo esto era un principio que san Josemaría había predicado desde 1928: “El trabajo, todo trabajo, -decía- es testimonio de la dignidad del hombre, de su dominio sobre la creación. Es ocasión de desarrollo de la propia personalidad. Es vínculo de unión con los demás seres, fuente de recursos para sostener a la propia familia; medio de contribuir a la mejora de la sociedad, en la que se vive, y al progreso de toda la Humanidad” (Es Cristo que pasa, n. 47). Muy pronto contagiaron su entusiasmo a otras personas que colaboraron en la iniciativa.

El CEFIM, hoy

La construcción de la actual sede del CEFIM fue posible gracias a la colaboración del ICU -Istituto per la Cooperazione Universitaria, una ONG italiana- y la Unión Europea. Actualmente el proyecto se sostiene económicamente sobre todo con donativos locales de los Amigos del CEFIM y las actividades que realizan para conseguir fondos.

En el 2002 se han puesto en marcha algunas carreras para aquellas mujeres que han terminado la escuela secundaria.

Desde el 2002, EDA-ODT, una ONG australiana que se interesa por la capacitación de la mujer, colabora con la puesta en marcha de las carreras de Asistencia en Servicio de Hospitalidad, Servicios de Asistencia Pediátrica y Geriátrica, Cocina e Industria Alimentaria. Estas tres carreras posibilitan una salida laboral rápida para mujeres jóvenes que han terminado la escuela secundaria, y se adecuan a las demandas actuales del país.

La formación que han recibido las beneficiarias de los programas del CEFIM les permite insertarse en el campo laboral en mejores condiciones económicas y sociales: puestos en empresas de servicios, talleres familiares, pequeñas industrias, etc.

En el campo de la alfabetización ha logrado que más de 600 mujeres analfabetas aprendan a leer y escribir, al mismo tiempo que adquieren una cualificación técnica en un área de servicios básicos: cocina, panadería, corte y confección, tejidos, etc.

En CEFIM más de 600 mujeres han aprendido a leer y escribir.

Las alumnas que han pasado por el CEFIM han tenido la oportunidad de recibir una formación integral que abarca los aspectos profesionales, académicos y humanos. Muchas han redescubierto la dignidad de la persona con consecuencias prácticas para su vida personal y para la educación de sus familias, ampliando el radio de influencia y beneficio de la formación recibida.

El desafío de seguir creciendo ha llevado a los directivos del CEFIM a trazarse nuevas metas: acrecentar el plan de formación, implementar un plan de tutorías para docentes y alumnas, aumentar su radio de acción desplazándose a otras zonas de la ciudad, incorporar nuevos cursos y cualificar a sus docentes... En sus oídos resuenan aún las palabras que les dirigió en una oportunidad el ministro de Educación boliviano: “Si queremos que esta obra siga adelante, debemos cuidarla, pero debemos pensar que bueno sería que haya no uno, sino muchos centros como éste”.

Reconocimiento oficial

El CEFIM fue nombrado en 2009 Instituto del Bicentenario por el Gobierno Municipal de La Paz y en 2010 recibió por parte de la Comisión de Educación y Salud de la Cámara de Diputados el reconocimiento como Institución Meritorio en la prestación de Servicios de Educación y formación Profesional.

También en el mismo año, en 2010, el Gobierno Municipal de La Paz reconoció al edificio del CEFIM como la mejor intervención y conservación de patrimonio y en 2011 la Red UNITEL nombró a la Fundadora del Instituto CEFIM, Graciela Volpe, como “Boliviana de Oro”, por la labor de apoyo que realiza en beneficio de la mujer de escasos recursos de Bolivia.

Más información en pulsando el siguiente enlace: CEFIM.