El día 6 de octubre estuvieron especialmente contentos por la Canonización de Josemaría Escrivá. No pudieron verla por televisión, pues en el penal cortan la electricidad desde la medianoche hasta las seis de la mañana, y la Misa se celebró a las 3 de la mañana, pero afortunadamente para ellos una emisora radial transmitió en directo la ceremonia, que pudieron seguir en transmisores a pilas.

Tuvieron la iniciativa de colocar una imagen del nuevo Santo en la capilla del penal. La encargaron al Padre Jorge, capellán de dicho establecimiento, y éste, que viajó a Roma y estuvo presente en la ceremonia, les trajo una imagen grande, que colocaron con mucha alegría en la capilla. No contentos con eso, pidieron al obispo de Chiclayo que bendijera la imagen y dedicara la capilla a San Josemaría Escrivá.

El pasado 8 de noviembre, Mons. Jesús Moliné, obispo de Chiclayo, accediendo a su petición, visitó el penal para bautizar, dar la Eucaristía y confirmar a los internos. Ese día bendijo la imagen traída de Roma por el Padre Jorge y dedicó la capilla.

Los internos aprovechan el tiempo dentro del recinto para hacer trabajos manuales, como carpintería. Aprovechando esa habilidad, ellos mismos hicieron el marco para la imagen. En la parte superior colocaron en pirograbado la frase “Dómine, ut videam!”, que tanto pronunció San Josemaría.

Mons. Jesús Moliné, al bendecir el cuadro les dijo que Josemaría Escrivá era un santo que amaba mucho la libertad y se refirió a que la verdadera libertad es la que nos libera del pecado.