90 aniversario: “En el Perú y desde el Perú”

El 14 de febrero se han cumplido noventa años desde que san Josemaría comprendió que también las mujeres estaban llamadas al Opus Dei. San Josemaría animaba a sus hijas e hijos con la expresión “soñad y os quedareis cortos”, para abrir panoramas de apostolado y de servicio a los demás en los cinco continentes.

Más de una docena de mujeres del Opus Dei, peruanas, de diferentes generaciones, han partido en los últimos cincuenta años a naciones tan disímiles entre sí como Estados Unidos, Croacia, Hungría, India, Japón, Kazajistán, Estonia, Suecia, Chequia, Polonia, Canadá, entre otros países para poner su granito de arena, desde una óptica profesional, y contribuir a la nueva evangelización en esos países. A continuación, publicamos algunos testimonios.

Cristina Blasco: “Como decía san Josemaría: ¡Vale la pena!”

Cristina es una joven peruana que hace diez años se trasladó a Hungría. El aniversario noventa del inicio de la labor con mujeres significa para ella comprobar la confianza que Dios nos tiene para sacar adelante sus planes de amor con los hombres: "Esto me llena de seguridad y de esperanza; y es lo que me ha animado a hacer tantas cosas que no se me habrían pasado por la cabeza hacer, si no fuera por mi vocación a la Obra, como por ejemplo, vivir en un país del que apenas conocía su existencia; aprender un nuevo idioma (que aún me cuesta conocer), cambiar de profesión, etc. Viendo hacia atrás, los diez años que llevo aquí y los años que viví en Perú, digo como decía san Josemaría: ¡Vale la pena!”

A lo largo de la última década, el trabajo profesional de Cristina ha sido administrar la residencia universitaria de mujeres del Opus Dei de Budapest, que se llama Fenyvesliget (palabra húngara que significa en español: “Los Pinos” gestionando los servicios de mantenimiento, limpieza, comida y ropa para un sinnúmero de jóvenes universitarias.

Budapest, Hungría.

“Lo que me ilusiona y me gusta del trabajo de la administración es la repercusión social en las personas que directa o indirectamente se benefician de él. Una casa limpia, ordenada, cuidada; una comida bien elaborada, nutritiva y variada, así como tener la ropa a punto, etc. facilita que la convivencia sea más amable y agradable y eso contribuye al bien de la sociedad, porque quienes reciben ese servicio se sienten valoradas, queridas, cuidadas”.

Es muy gratificante ver que quienes viven en una residencia universitaria y se benefician del trabajo de la administración, al paso de los años ponen por obra todo lo recibido, ya sea en sus casas, como en el hogar que formarán a futuro. Muchas veces me he reencontrado con antiguas residentes, algunas ya casadas, y siempre se percibe en ellas una actitud de agradecimiento por lo que aprendieron durante los años que vivieron en la residencia”.

Cristina con algunas jóvenes húngaras de la residencia universitaria de Budapest.

"Hace un tiempo leí, en algún lado, la siguiente frase: 'Life takes you unexpected places, love brings you home', que quiere decir: 'La vida te lleva a lugares inesperados, el amor te trae a casa'. Esta frase me recordó lo que decía san Josemaría, que teníamos que hacer de nuestras casas,hogares luminosos y alegres. Esto es lo que quiero hacer realidad con mi trabajo profesional y que otras personas lo repliquen también en sus hogares, aquí en Hungría".

Inés Cipriani: “Contribuir a la formación integral de la mujer en Estados Unidos ha sido una aventura”

Inés Cipriani Thorne vive hace más de cincuenta años en Estados Unidos donde ha ayudado a enraizar el espíritu del Opus Dei en la sociedad norteamericana.

Al terminar sus estudios universitarios, colaboró en programas de formación humana para universitarias y alumnas de secundaria en diferentes ciudades de Estados Unidos como Houston, Nueva York, Chicago, Washington D.C. y Boston. En la actualidad, Inés se dedica a formar a jóvenes profesionales y madres de familia.

“La formación integral que ofrece el Opus Dei es profundamente cristiana, por eso ayuda a valorar la identidad de la mujer en la sociedad y en la vida de familia".

Inés Cipriani junto a María, hija de una antigua residente de Bayridge

En ese sentido, la sociedad americana ha respondido a este ideal con interés e iniciativa. Así, en la última década han surgido bajo ese enfoque y en varias ciudades de Estados Unidos, programas dirigidos por equipos de mujeres que buscan dar una formación capaz de tener una repercusión en el hogar y en la vida profesional de muchas mujeres. Entre estas iniciativas, podemos mencionar:

“Murray Hill Institute”,ofrece programas y eventos para mujeres profesionales e incluye valores éticos y efectivos para ser líderes.

“Women Trustees of Humanity”, es una conferencia anual donde profesionales presentan ponencias y luego sesiones de trabajo con el fin de entender y responder a los retos culturales de nuestra sociedad.

“Art of Living”,es un curso profesional que busca dar a la mujer la oportunidad de aprender con demostraciones prácticas, a cuidar mejor a su familia con competencia y arte.

“Fashion Matters Chicago” (https://fashionmatterschicago.com) es una iniciativa surgida en Chicago en el 2014, que a través de foros y seminarios estudia la relación entre cultura y moda, para promover la dignidad de las mujeres y la belleza a través de las empresas de moda.

Participantes del Murray Hill Institute

Los cursos se ofrecen en las casas de mujeres que tienen interés y siempre incluyen una charla sobre el trabajo del hogar como trabajo profesional.

Ivana Butorac: “Nos faltan manos para toda la labor que tenemos”

Ivana es otra peruana que nació en Trujillo, de padre croata y madre trujillana. Hace dieciséis años dejó el Perú y se trasladó a Croacia para empezar las actividades apostólicas del Opus Dei con las mujeres de este país desde la ciudad de Zagreb.

En este tiempo, ha visto crecer el sistema de transporte de la capital, ciudad que se ha expandido notablemente, y también ha comprobado cómo se ha ido expandiendo la semilla cristiana en la sociedad croata.

Catedral de la Asunción de la Santísima Virgen María, Zagreb.

Zagreb se ha convertido en el “centro de operaciones” para la atención de las actividades apostólicas en otras ciudades. Ivana hace viajes a Zadar (287 Km), Teresa a Split (410 Km) y Patricia a Rijeka (165 Km); las tres ciudades junto al mar Adriático.

Además de atender a las personas de la Obra en esas ciudades, imparten medios de formación cristiana -como catequesis o clases de doctrina- a mujeres interesadas.

En el 2017, Ivana conoció en Zadar a una peruana, de la ciudad de Arequipa, casada con un profesor croata. Se han hecho muy amigas y desde entonces, cada vez que viaja a esa ciudad se reúnen para conversar y aprovecha para explicarle algún aspecto del espíritu de la obra.

Poco a poco Ivana, Teresa y Patricia van llevando con su alegría, el mensaje de la santidad en medio del mundo y esto ha hecho posible que actualmente en Zadar hayan ya mujeres que tratan de seguir los pasos de Jesús en su trabajo y su vida ordinaria.

Ciudad de Zadar, Croacia

Dinara es el nombre del centro del Opus Dei donde Ivana vive en Zagreb. Desde hace cuatro años, es un punto de confluencia de profesionales jóvenes, muchas de las cuales se han ido casando y tienen familias con tres o cuatro hijos.

“Croacia, gracias a Dios, es un país que tiene mucho futuro ybuen futuro, aunque como sucede en todo país donde hay una expansión apostólica, faltan manos para toda la inmensa labor que hay por hacer”.

“Este 14 de febrero que celebramos los 90 años desde que las mujeres formamos parte del Opus Dei, significa un día de acción de gracias a Dios, a san Josemaría, a Don Álvaro, a Don Javier y a la fidelidad de las primeras, las segundas, las terceras”.

Los testimonios de Cristina, Inés e Ivana son una muestra de lo que dijo san Josemaría en el Perú en 1974, que la labor apostólica del Opus Dei sería en el Perú y desde el Perú.