Enrique desde hace tres años se reúne con un grupo de papás del Alpamayo, aprovechando la ocasión de ir a dejar al colegio a sus hijos.

La iniciativa consistía en utilizar una de las salas del colegio durante unos quince minutos para estudiar el Catecismo antes de ir al trabajo, e inclusive mantuvieron esta práctica en vacaciones escolares este año.

“Era un momento grato que compartíamos como amigos y donde conocíamos más al Señor, fortaleciendo nuestra fe”, comenta Enrique.

Sentimos que esta actividad es necesaria para quienes participamos en estas reuniones, nos menciona Carlos, para quien este espacio “me ha ayudado a ser mejor persona y a sentirme más cerca de Dios, con ejemplos simples de la vida diaria, como lo explicaba san Josemaría, quien nos demuestra que la santidad es alcanzable en nuestra vida familiar y profesional”.

Ante esta situación de aislamiento social por el coronavirus nos apenaba no poder seguir con este medio de formación, por lo que sugerimos continuar con nuestras reuniones en el mismo horario, pero de manera virtual usando zoom.

“El resultado ha sido fantástico, no solo nos ha permitido fortalecer el vínculo de amistad entre nosotros, sino que nos ha ayudado a iluminar estos duros momentos ofreciéndolos al Señor y han motivado las prácticas de piedad en nuestras familias”, menciona Enrique.

Francisco nos dice que “el aislamiento no ha logrado que sea un aislamiento de Dios. En el catecismo por zoom, en la Misa por Facebook, seguimos escuchando la palabra de Dios y reforzamos ese amor que ponemos a nuestros días y cada día es mejor porque no estás aislado de Dios”.

“Si pones amor en tus días, cada día es distinto”

Francisco recordaba esa frase de san Josemaría: “Si pones amor en tus días, cada día es distinto”, la cual le sirve para no caer en rutinas. Por ahora una pantalla nos separa, pero mañana, un gran abrazo nos unirá.

A raíz de la buena experiencia de los 15 minutos del catecismo, Enrique se animó a proponer a sus amigos en semana santa para rezar el Vía Crucis vía zoom, la cual aceptaron encantados.

A Enrique le da mucha ilusión esta iniciativa y está buscando incorporar a más amigos. Le sirve de inspiración el siguiente punto de san Josemaría en Camino, 471: “En las empresas de apostolado, está bien —es un deber— que consideres tus medios terrenos (2 + 2 = 4), pero no olvides ¡nunca! que has de contar, por fortuna, con otro sumando: Dios + 2 + 2...”