«Dios me devolvió la alegría»
Joana es una portuguesa gerente, madre de cuatro hijos. Tras unos años de insatisfacción y tristeza se encontró con un Dios que le llenó de felicidad y le impulsó a salir de sí misma y ayudar a su familia y amigas.
«Dejé las drogas y en el trabajo encontré a Jesús»
Vivía en el mundo de las drogas. Tocó fondo. Pasó por un proceso de rehabilitación. Volvió a la vida y al trabajo. Y Dios se le mostró en los vagabundos, en los sacramentos y en su trabajo en el almacén de un supermercado. La historia de Bruno, rapero y un hijo pródigo de 2022.
«Confesé un pecado que no podía y me fui aliviado»
Es enfermero y trabaja en emergencias médicas. Estuvo a la vanguardia de la lucha contra la pandemia. Se acercó a Dios en la confesión y eso lo ayudó a cuidar más a su familia y a servir mejor a los demás en el trabajo.
Cuando dos hijos gemelos quieren entrar en el seminario diocesano
Dora conoció a su marido en la radio. Se casaron y tienen cuatro hijos, de los cuales Pedro y Afonso son gemelos. Ambos se fueron al seminario, una decisión difícil para sus padres y hermanas. Dora, supernumeraria del Opus Dei, habla de la alegría de tener dos gemelos que serán ordenados diáconos el 28 de noviembre en Lisboa.
«Busqué la paz en las drogas y el reiki... La encontré en la oración»
Catarina vive en Oporto y es trabajadora social. En su adolescencia buscó la paz y no la encontró hasta que descubrió que Dios se la daba en la oración, en su familia y en su trabajo con los sin hogar.
De las dificultades del noviazgo al matrimonio
Emprender un viaje de por vida requiere preparación. Dulce y José María, portugueses, hablan de los retos del noviazgo y del camino hasta su boda, que celebraron en mayo de 2021.
«Me encontré inmóvil ante el sagrario, sin saber muy bien qué hacer»
Aurora estudia violín. Vivía una vida “correcta”, sin percibir el sentido de las cosas buenas que hacía. Nada quedó igual después del primer diálogo, inesperado, cara a cara, con Dios, y después de una buena confesión.
«Todos tenemos una misión»
Teresa tenía una vida ajetreada, pero detrás de todo ese trajín había preguntas que la inquietaban: ¿Qué se espera que haga?, ¿cuál es mi papel en esta vida? y, ¿qué debo dejar hecho en este mundo?
Un sacerdote ciego que descubrió la alegría con san Josemaría
A los 16 años perdió la vista definitivamente. Pero no su luz. A los 36 años, acompañado de su perro “Ibiza”, confiesa que la espiritualidad de la Obra jugó un papel importante en el descubrimiento de su vocación al sacerdocio.
Vão y Pilar: con Dios se superan todas las dificultades
“Fue un cubo de agua fría”, confiesa Vão. Su hija Pilar nació con trisomía 21. Más tarde, perdió un hijo que se ahogó en la piscina. “Consigo levantarme cada día y creo que merece la pena y doy gracias a Dios”, asegura Vão con una sonrisa serena.