Evangelio del domingo: Parábola del sembrador
Comentario del 15.º domingo del Tiempo Ordinario (Ciclo A). “[La semilla] cayó en buena tierra y comenzó a dar fruto”. Quien se dispone a dejarse transformar por la palabra de Dios, no solo recibe la gracia de la conversión, sino que se hace apto para recibir la gracia de la perseverancia.
Evangelio del 7 de enero: la fuerza del Evangelio
Comentario del 7 de enero. “Ha visto una gran luz; para los que yacían en región y sombra de muerte una luz ha amanecido”. Los sabios de Oriente estuvieron atentos a los signos y encontraron a Jesús. Sólo un corazón limpio y lleno de nobles deseos puede escuchar la Palabra de Dios y encontrarse con la luz del mundo.
Evangelio del jueves: Jesús, dador de vida
Comentario del jueves de la 2.ª semana del tiempo ordinario. "Sanaba a tantos, que todos los que tenían enfermedades se le echaban encima para tocarle". Una cosa es leer y escuchar. Pero otra cosa es experimentar el amor de Cristo. Nosotros podemos tocar a Jesús una y otra vez, cada día, en la Eucaristía.
Evangelio del sábado: incomprendidos por los cercanos
Comentario del sábado de la 2.ª semana del tiempo ordinario. “Entonces llegó a casa; y se volvió a juntar la muchedumbre, de manera que no podían ni siquiera comer”: es la fuerza arrolladora de la santidad, de la vida divina, esa misma de la que el Señor nos quiere hacer partícipes a todos.
Evangelio del domingo: en la sinagoga de Cafarnaún
Comentario al Evangelio del domingo de la 4° semana del tiempo ordinario (Ciclo B).“Y se quedaron admirados de su enseñanza”. El Señor acompañaba su predicación con la fuerza de su ejemplo y la potestad de expulsar demonios. Como a los apóstoles, también a nosotros nos llama Cristo a anunciar con coherencia el evangelio que libera a todos.
Evangelio del miércoles: imitar a los Ninivitas y a la Reina del Sur
Comentario al Evangelio del miércoles de la 1.ª semana de Cuaresma. “Aquí hay algo más que Jonás”. Escuchemos a Jesús como los ninivitas oyeron a Jonás para poder alcanzar la conversión y el perdón de Dios.