Mis padres me enseñaron a vivir con alegría
Infancia y juventud de Dora del Hoyo. Dora nació el 11 de enero de 1914 en el seno de una familia cristiana, campesina y de condición humilde, en Boca de Huérgano (León).
Dora, una mujer coherente con su vida cristiana
"Dora siempre ha sido coherente con su vida cristiana. Ha vivido las circunstancias normales con una entrega generosa y una alegría que se palpaba", destaca Mons. Javier Echevarría, prelado del Opus Dei.
Dora del Hoyo, una profesional del hogar
Dora del Hoyo Alonso nació el 11 de enero de 1914 en Boca de Huérgano, un pueblo del norte de España. De su familia, Dora aprendió el amor por el trabajo bien hecho y el gusto por las tareas de la casa.
Dora del Hoyo, un ejemplo para muchos
La vida de Dora enseña a buscar la santidad en las tareas de la casa. Su ejemplo interpela a muchas personas, porque a la mayoría toca cuidar de su hogar, ya sea profesionalmente o como madre de familia. Vídeo testimonio con subtítulos.
Hojee el libro fotográfico de la beatificación
2014 ha sido el año de la beatificación de Álvaro del Portillo. Pasados unos meses, ofrecemos un libro fotográfico que recoge 170 instantes, el mensaje del Papa Francisco y otros textos de las celebraciones.
Las manos de un obrero
En este vídeo, monseñor Álvaro del Portillo recuerda lo que un obrero explicó sobre el Opus Dei.
Después de rezar la novena estampa
Un día, después de varios intentos, no conseguía comunicarme con un centro de atención al cliente. Después de rezar la novena estampa, volví a llamar y me atendieron inmediatamente.
Pasaporte perdido
En el aeropuerto de Toronto perdí mi pasaporte con las Visas para Canadá y Estados Unidos. Esa misma noche, después de rezar a Dora, llamé a la Oficina de Objetos perdidos del aeropuerto...
Pidiendo su reconciliación
Mis hijos, que están en Australia, llevaban mucho tiempo sin hablar entre ellos. Algunos meses atrás, comencé a rezar la estampa de Dora todos los días, pidiendo su reconciliación.
Del mismo pueblo de mi madre
Hemos visto en este favor la mano de Dora clarísimamente y le agradezco su intercesión. A diario le pido que la cuide y que vele por esta delicada situación. Tengo el convencimiento de que con su vocación de servicio y acogida de las personas desde el Cielo vela por mi madre y cuida de ella.