En medio del dolor por el fallecimiento de nuestro querido Papa Francisco y del agradecimiento a Dios por su generoso testimonio, escribo este mensaje para comunicaros una noticia inmediata.
Como sabéis, estaba prevista la celebración en Roma del X Congreso general ordinario de la Obra, en estas dos semanas, hasta el 5 de mayo.
Después de escuchar a la Asesoría central y al Consejo general, teniendo en cuenta que —por lo inminente de las fechas de inicio— la mayoría de los congresistas ya han llegado a Roma, se ha decidido que el Congreso quede reducido al mínimo imprescindible: la renovación de los cargos del Consejo general y la Asesoría central, que están previstos que se nombren o renueven cada ocho años.
Aprovecharemos estos días para vivir en comunión con toda la Iglesia el duelo y los ritos fúnebres por el Santo Padre. Todas las regiones del Opus Dei estaréis de algún modo presentes en la Ciudad Eterna a través de vuestras hermanas y vuestros hermanos congresistas.
Las otras cuestiones que se iban a tratar en el Congreso, que os mencionaba en el mensaje del 8 de abril, se estudiarán más adelante, pues ahora es momento de luto, oración y unidad con toda la Iglesia.
Como os dije en mi mensaje anterior, acudamos a Santa María, Madre de la Esperanza, para que en este periodo de sede vacante sea consuelo y guía para todos en la Iglesia.

Roma, 21 de abril de 2025