Superó su adicción al juego

Mi mujer había caído en la adicción de los juegos de azar y las apuestas. Gracias a la intercesión del beato Álvaro del Portillo y a la ayuda médica recibida, la situación ha ido mejorando.

Entre la cantidad de favores que debería escribir recibidos por la intercesión del beato Álvaro del Portillo, quisiera dar a conocer uno recibido hace unos años.

Mi esposa había caído durante varios años en la adicción a los juegos de azar y las apuestas, actividades que me ocultaba, y que la hicieron contraer deudas por medio de tarjetas de crédito. Yo, sin desconfiar de su origen, las estuve pagando durante años, hasta que estas se hicieron impagables y descubrí el origen de las mismas. A partir de ese momento pedí la ayuda profesional de un amigo psiquiatra, de un sacerdote y de una psicóloga, así como de un grupo de ayuda para estas adicciones.

Como las adicciones no se pueden resolver de la noche a la mañana, iniciamos ella y yo a rezar diariamente durante varios meses una novena al ahora beato Álvaro del Portillo

Sufrimos mucho; no solo por las deudas enormes, sino por la descomposición familiar y social que nos afectaba y por el sufrimiento que le causaba no poder controlarse.

Como las adicciones no se pueden resolver de la noche a la mañana, iniciamos ella y yo a rezar diariamente durante varios meses una novena al ahora beato Álvaro del Portillo y con el tiempo fue dejando de acudir a esas casas de juego. Aunque notaba que ya no tenía la compulsión de jugar apostando dinero yo seguí rezando, pues una adicción así requiere vigilancia de por vida.

Hasta la fecha, cinco años después, además de tomar providencias para que no contrate nuevas tarjetas de crédito y solo utilice las que yo le proveo, está prácticamente sanada.

Agradezco al beato Álvaro su mediación, porque sé muy bien lo difícil que es salir de una adicción como esa, que destruye familias y personas.

J. H. S. V.- México



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