Para ser sincera, no tenía esperanza alguna de superar la asignatura. Por eso me encomendé con fuerza a Guadalupe, que era doctora en Ciencias Químicas por la Universidad de Madrid, segura de que podía inspirarme para estudiar lo más importante y acertar en las respuestas el día del examen.
Sorprendentemente aprobé la asignatura; insisto en que humanamente no tenía ninguna probabilidad.
Le estoy muy agradecida y espero lograr terminar mis estudios con su ayuda y la brillantez de su ejemplo profesional.