La Ascensión del Señor a los cielos
Homilía de San Josemaría sobre la fiesta de la Ascensión del Señor al Cielo, predicada el 19 de mayo de 1966 y publicada en "Es Cristo que pasa".
El Gran Desconocido
Homilía pronunciada por el fundador del Opus Dei, el 25 de mayo de 1969, fiesta de Pentecostés. Publicada en Es Cristo que pasa.
Oraciones al Espíritu Santo
"El Espíritu Santo es quien, con sus inspiraciones, va dando tono sobrenatural a nuestros pensamientos, deseos y obras. Él es quien nos empuja a adherirnos a la doctrina de Cristo y a asimilarla con profundidad, quien nos da luz para tomar conciencia de nuestra vocación personal y fuerza para realizar todo lo que Dios nos pide", explica san Josemaría en la homilía “El Gran Desconocido”.
Decenario al Espíritu Santo
El Domingo de Pentecostés es el 5 de Junio de 2022. El Decenario al Espíritu Santo nos prepara para esta fiesta. Reunimos varios textos y audios del Papa Francisco y de san Josemaría, quien tenía la costumbre de vivir esta devoción cristiana.
«Soy del Cielo»: el relato de Fátima
El santuario de Fátima y el relato de las apariciones ha supuesto una ayuda para muchas personas. Este es el relato de las apariciones y de cómo san Juan Pablo II, san Josemaría y el beato Álvaro buscaron refugio en la Virgen acudiendo a la Capelinha.
San Josemaría en Fátima
San Josemaría habla de sus visitas a Fátima, de su encuentro con sor Lucia y de su devoción al santo Rosario.
La devoción a la Virgen María en el mes de mayo
Mayo es un mes dedicado a la Virgen. Y tratar a María es una buena forma de acercarse a su Hijo.
Rezar por la intercesión de san Josemaría
Los cristianos han acudido siempre a la intercesión de los santos para que lleven su oración a la presencia de Dios.
Por María hacia Jesús
Homilía sobre la Virgen María, con motivo del mes de mayo, pronunciada por el fundador del Opus Dei el 4–V–1957 e incluida en el libro “Es Cristo que pasa”.
San Josemaría y la Virgen de Montserrat
San Josemaría fue un gran devoto de la Virgen de Montserrat. Hay constancia de una intensa relación con el santuario durante los años 40, especialmente a finales de 1946, año en que se trasladó a vivir establemente a Roma. El cariño por esta advocación, no obstante, continuó para siempre. Fue precisamente en la fiesta de la Virgen de Montserrat de 1954 cuando fue curado de la diabetes, después de un ataque fortísimo en el que estuvo a punto de morir.