Un tamalito en Navidad

Compartimos el villancico “Un tamalito en Navidad” que han hecho en el colegio El Roble, labor personal del Opus Dei en Ciudad de Guatemala, y que también generó una iniciativa de solidaridad con los más necesitados.

El Papa Francisco citaba en una de sus homilías de Navidad estas palabras: «Dios viene a habitar entre nosotros, pobre y necesitado, para decirnos que sirviendo a los pobres lo amaremos. “La residencia de Dios está junto a mí. La decoración es el amor” (E. Dickinson, Poems, XVII)». Partiendo de este mensaje del Santo Padre dos profesores del colegio El Roble escribieron un villancico para felicitar por Navidad a todas las familias del colegio.

Los profesores Héctor y Sergio querían que tanto su composición como melodía tuvieran elementos propios de nuestro país, y optaron por dos componentes propios de las fiestas de Navidad en Guatemala: uno gastronómico, el tamal y otro musical, la marimba.

Así surgió el villancico “Un tamalito en Navidad”, letra del profesor Sergio que anima a todas las familias a compartir algo de lo que tenemos con los más necesitados; junto con la música pegajosa –al ritmo de la marimba– que da entender que la entrega a los demás es siempre alegre.

EL VIDEO DEL VILLANCICO SE GRABÓ EN UN PASEO POPULAR DEL CENTRO HISTÓRICO DE LA CIUDAD DE GUATEMALA

Otro elemento importante era la producción del video; los papás, profesores y alumnos sabían que el mensaje del villancico no podía quedar en simple “ruido de palabras”, sino debía vivirse. Es así que decidieron que el video se grabaría en un paseo popular del centro histórico de la ciudad de Guatemala en donde los niños del colegio, junto con sus familias, repartirían una cena de “tamalito” a los más pobres.

El día de la grabación desde temprano se reunieron en el colegio. Los papás junto con los niños prepararon las bolsas de la cena; las mamás se encargaron de calentar bien los tamales antes de repartirlos en la calle, y luego salieron a desear una feliz Navidad a la gente de escasos recursos, llevando un poco del consuelo de Dios a los demás.

“JESÚS, TÚ QUE NO NOS DEJAS SOLOS, AYÚDANOS A CONSOLAR A TUS HERMANOS PORQUE− DESDE LA NOCHE DE NAVIDAD TODOS SON NUESTROS HERMANOS"

Sin duda, fue lo mejor de todo el proyecto; ver cómo los jóvenes y niños del colegio, junto con sus familias, disfrutaban de compartir un poco con los más necesitados. Una señora que estaba en la calle junto con su hijo pequeño, al recibir las cenas de tamales, le decía a su hijo: “ya ves, Dios siempre está con nosotros”. Solo Dios y ella, sabrán la necesidad que estaban atravesando en ese momento. Y así, se hacía realidad la oración del Papa Francisco: “Jesús, Tú que no nos dejas solos, ayúdanos a consolar a tus hermanos porque− desde la Noche de Navidad todos son nuestros hermanos".