Llegan los primeros peregrinos #BeGOL a Madrid

Grupos de distintos lugares del mundo están llegando a Madrid para la beatificación de Guadalupe Ortiz de Landázuri. Se les puede encontrar especialmente en los puntos del recorrido histórico de Guadalupe, como el Real Oratorio del Caballero de Gracia, o también en la sede de la exposición sobre Guadalupe en el colegio Tajamar.

Fotos: Álvaro García Fuentes

La mayoría de ellos han conocido a Guadalupe a través de la amistad con personas del Opus Dei. Por ejemplo, a Mary le hablaron de Guadalupe cuando el Papa la nombró Venerable, se la presentaron como la que sería, probablemente, la primera beata que usaba pintalabios.

Ante semejante presentación sintió curiosidad y quiso saber quién era esa mujer. Así buscó fotos, artículos y vídeos sobre su vida y también, sobre la curación que se atribuye a su intercesión. Aunque estos materiales le ayudaron a hacerse una idea, su amistad con Guadalupe nació cuando comenzó a leer sus cartas a san Josemaría. A través de las cartas se dio cuenta de que era bastante sencilla y su vida, muy parecida a la suya. Le impresionó su relación con Dios, el afecto y la franqueza con le trataba: “me sirve de inspiración que sus preocupaciones eran locales y globales”, señala.

Vistalegre se viste de fiesta

Y mientras la ciudad va recibiendo a nuevos rostros de los cinco continentes, el palacio Vistalegre empieza a transformarse. Poco a poco los materiales necesarios para convertir una antigua plaza de toros en un lugar donde celebrar una beatificación van llegando al edificio. Lo que el miércoles amanecía como un espacio oscuro y vacío va convirtiéndose, minuto a minuto, en el espacio que será testigo del momento de la beatificación de Guadalupe.

Un grupo visita la exposición sobre Guadalupe en el colegio Tajamar

Si cierras los ojos un segundo te pierdes algo: andamios, grúas, mesas que aparecen desmontadas contra una pared y en un segundo generan un espacio para periodistas… En la arena ya está colocada la tarima que, en poco tiempo, se transformará en el presbiterio donde estará el altar sobre el que se celebrará la Misa de la Beatificación.

En los tendidos, los técnicos circulan, ajustando altavoces, comprobando la visibilidad, coordinando sus trabajos. Desde la mesa de sonido se va probando cada micrófono y cada altavoz, mientras en la pantalla se prueban unas imágenes de Guadalupe que darán la bienvenida a los asistentes a la Beatificación.

Si cierras los ojos y los vuelves a abrir, los espacios negros, amplios y vacíos, pronto muestran lo que serán en unas horas: una sacristía, una zona de prensa, una capilla, una sala para voluntarios… Faltan pocas horas para que la tarima florezca, los tendidos se iluminen y las pantallas nos introduzcan en la ceremonia y en las celebraciones posteriores. En pocas horas Vistalegre abrirá sus puertas y ofrecerá a todos los asistentes, un lugar donde celebrar la vida de Guadalupe.