El Metro es el medio de transporte más utilizado en la ciudad de Madrid desde que fue inaugurado en 1919. La primera línea cubría una distancia de tres kilómetros y medio, entre Cuatro Caminos y la Puerta del Sol, con seis estaciones intermedias: Ríos Rosas, Martínez Campos (Glorieta de Iglesia), Chamberí (hoy sin circulación), Glorieta de Bilbao, Hospicio (Tribunal) y Red de San Luis (Gran Vía), que eran los límites de la ciudad de ese momento. El primer año fue usado por más de 14 millones de personas. En 1926 hay ya 14,6 km de vías de metro.
Cuando Álvaro del Portillo comienza a usarlo está en plena ampliación. Él mismo cuenta que un día de febrero de 1934, tras dar unas clases de catequesis en la parroquia de San Ramón Nonato, fue perseguido por algunos jóvenes anticristianos, y “me salvé de consecuencias aún mayores porque la agresión fue cerca de una boca de Metro [Puente de Vallecas] y tuve la posibilidad de escapar y de entrar en la estación en el mismo momento en que llegaba un tren, en el que me pude meter -con el abrigo ensangrentado-, perseguido por los que me atacaron, que llegaron justo detrás de mí, cuando la puerta automática del Metro se había cerrado: por eso, quizá, no me mataron”.
Se podría decir, que ese vagón de metro que cogió y le salvó la vida al joven Álvaro del Portillo, fue una parada más de un viaje de entrega y sacrificio. Siguiendo con la comparación, Dios hizo que la siguiente parada de ese especial viaje, fuera un encuentro con San Josemaría y que el trasbordo le catapultara a un recorrido que ni él había soñado.
[Metro Velázquez] Nacimiento.
Álvaro del Portillo y Diez de Sollano nació el miércoles 11 de marzo de 1914 en el hogar familiar situado en el primer piso de la calle Alcalá 75 (esquina Velázquez).
[Banco de España / Sevilla] Bautizo
El 17 de marzo fue bautizado en la cercana parroquia de San José de la calle Alcalá 43, con los nombres de Álvaro, José María y Eulogio. Le bautizó el P. Rafael López García. Y fueron padrinos: su tío materno Jorge Diez de Sollano y Portillo, y su tía materna, Carmen del Portillo Pardo.
[Metro Goya] Confirmación y Primera Comunión.
A los dos años y nueve meses de nacer, el 28 de diciembre de 1916, recibió el sacramento de la Confirmación de manos de Mons. Eustaquio Nieto, obispo de Sigüenza en la parroquia de Nuestra Señora de la Concepción en la calle Goya, 26, cuya construcción se acababa de finalizar dos años antes. Por entonces, era bastante habitual que se recibiera este sacramento a esa edad tan temprana. También en esta misma iglesia recibió la Primera Comunión el 12 de mayo de 1921, tras haber recibido la preparación en el Colegio del Pilar.
[Metro Nuñez de Balboa] Colegio de Nuestra Señora del Pilar.
El 4 de octubre de 1920 fue su primer día en este colegio para comenzar los estudios de Primera Enseñanza (Parvulitos, Párvulos, Elemental e Ingreso). Dirigido por los Marianistas (Compañía de María), el colegio había comenzado trece años antes. De 1924 a 1927 realizó los estudios de bachillerato en dicho colegio.
Diecisiete años después, el 28 de junio de 1944, en la capilla de este centro escolar, celebró la primera Misa solemne. Le asistieron en la ceremonia el director del colegio y un religioso dominico.
[Metro Atocha Cercanías] Escuela de Obras Públicas
En octubre de 1932 aprobó la oposición para estudiar en la Escuela de Obras Públicas que dependía del ministerio con el mismo nombre y estaba situada en el edificio de la Escuela de Ingenieros de Caminos, y compartían el mismo claustro de profesores y dirección. Al finalizar el primer curso aprobó el examen de ingreso de la Escuela de Caminos: fue uno de los 23 admitidos de 549 candidatos.
[Metro Atocha] San Vicente de Paul
En la Escuela de Caminos conoce a Manuel Pérez Sánchez que le invita a participar las “Conferencias de San Vicente de Paul”, cuya actividad principal era la atención de los más necesitados. La casa central estaba en Calle de la Verónica y allí asiste el joven Álvaro del Portillo a las reuniones semanales donde se hacía un rato de lectura espiritual y se planeaban y proyectaban las ayudas sociales.
[Metro Puente Vallecas] San Ramón Nonato
Domingo 4 de febrero de 1934. Terminó de dar clases de catecismo en un edificio llamado La Acacia, en la parroquia de San Ramón del Puente de Vallecas, y se encontró con que unos jóvenes de la zona, movidos por ideas anticristianas, habían planeado dar "una paliza fenomenal a cuatro o cinco que íbamos a dar catequesis” y según cuenta el mismo “a mí me dieron con una llave inglesa en la cabeza. Me salvé de consecuencias aún mayores porque la agresión fue cerca de una boca de Metro y tuve la posibilidad de escapar y de entrar en una estación en el mismo momento en que llegaba un tren, en el que me pude meter –con el abrigo ensangrentado– perseguido por los que me atacaron, que llegaron justo detrás de mí, cuando la puerta automática del Metro se había cerrado: por eso, quizá, no me mataron”.
[Metro Méndez Alvaro] Primera vez que oye hablar de San Josemaría
En 1935 visita familias a la orilla del Arroyo del Abroñigal —hoy estación ferroviaria dedicada en exclusiva al tráfico de mercancías, situada en el n. 84 de Méndez Alvaro— con Manuel Pérez Sánchez, un amigo suyo. Allí le oyó hablar por primera vez de San Josemaría y la labor apostólica que realizaba.
[Metro Arguelles / Ventura Rodríguez] Admisión en el Opus Dei
Su amigo Manuel Pérez Sánchez le concertó una cita con San Josemaría en el mes de marzo de 1935 en la calle Ferraz, 50, sede de la Academia DYA. Por diversas circunstancias, no volvieron a verse hasta el 6 de julio de ese año en la misma dirección: hablaron largo y tendido y San Josemaría le invitó al retiro del día siguiente en la Academia, en que pidió la admisión en el Opus Dei.
[Metro Alonso Martínez] Guerra Civil
Enlos primeros meses de la Guerra Civil, estuvo escondido en una casa de la calle Serrano junto con un hermano suyo. Un día, tras una gestión de papeles, se detuvo a tomar un refresco en el bar La Mezquita en la plaza de Alonso Martínez. Allí se encontró con la persona que acogía en su casa a San Josemaría, el cual le pidió si podía dar cobijo al Fundador del Opus Dei pues en su casa estaba vigiliado. Gracias a este encuentro convivió con Escrivá varios meses.
[Metro Diego de León]. Subdiaconado.
En octubre 1939, con 25 años, el Fundador del Opus Dei le nombró Secretario General, cargo que conservó hasta 1975 y llevó consigo entonces, hacer cabeza entre los fieles de la Obra en Madrid cuando el Fundador se encontraba fuera de la capital. La sede central estaba en la calle Diego de León, 14. En el oratorio de esta casa fue donde recibió el subdiaconado de manos del obispo de Pamplona, Mons. Marcelino Olaechea el 28 de mayo de 1944.