Si eres apóstol, la muerte será para ti una buena amiga que te facilita el camino. (Camino, 735)
A los "otros", la muerte les para y sobrecoge. —A nosotros, la muerte —la Vida— nos anima y nos impulsa.
Para ellos es el fin: para nosotros, el principio. (Camino, 738)
No tengas miedo a la muerte. -Acéptala, desde ahora, generosamente..., cuando Dios quiera..., como Dios quiera..., donde Dios quiera. -No lo dudes: vendrá en el tiempo, en el lugar y del modo que más convenga..., enviada por tu Padre-Dios. -¡Bienvenida sea nuestra hermana la muerte! (Camino, 739)
Si no hubiera más vida que ésta, la vida sería una broma cruel: hipocresía, maldad, egoísmo, traición. (Forja, 1000).