¿Que cuál es el fundamento de nuestra fidelidad?
–Te diría, a grandes rasgos, que se basa en el amor de Dios, que hace vencer todos los obstáculos: el egoísmo, la soberbia, el cansancio, la impaciencia...
–Un hombre que ama se pisotea a sí mismo; le consta que, aun amando con toda su alma, todavía no sabe amar bastante. (Forja, 532)
Jesús, que ha fomentado nuestras ansias, sale a nuestro encuentro y nos dice: si alguno tiene sed, venga a mí y beba (Ioh VII, 37). Nos ofrece su Corazón, para que encontremos allí nuestro descanso y nuestra fortaleza. Si aceptamos su llamada, comprobaremos que sus palabras son verdaderas: y aumentará nuestra hambre y nuestra sed, hasta desear que Dios establezca en nuestro corazón el lugar de su reposo, y que no aparte de nosotros su calor y su luz. (Es Cristo que pasa, 170)