Cuando uno reza a Dora, pasan cosas buenas...
Julia, de Nueva Jersey, Estados Unidos, cuenta como conoció a Dora del Hoyo y descubrió en ella ejemplo a imitar.
Desapareció la mancha
Aunque he intentado desarrollar mis habilidades para el cuidado de la casa, no consigo buenos resultados. Por eso cuando manché mi falda nueva por segunda vez, que sólo se puede lavar en seco, me dí cuenta que necesitaba ayuda.
Infancia de Dora del Hoyo
Dora nació el 11 de enero de 1914 y a los cinco días la bautizaron. Era la más pequeña de los seis hijos del matrimonio formado por Demetrio del Hoyo y Carmen Alonso.
Conseguí trabajo
Desde hacía mucho tiempo, buscaba trabajo sin éxito. Al final, me dí cuenta y pedí ayuda a Dora. Es la segunda vez que Dora me ayuda.
Se aclaró la cuestión
Una entidad pública me pidió que pagar una enorme cantidad de impuestos sobre un ingreso que ya había sido gravado. La suma en cuestión era muy alta.
Mi hermana menor
Encomiendo a Dora el cuidado de mi hermana menor. Se graduó de la universidad el año pasado y ha cambiado varias veces de trabajo. También estuvo unos días ayudando en los trabajos domésticos de una casa de retiros espirituales, y allí descubrió la felicidad
Rápido y justo lo necesario
He recibido muchos pequeños favores prácticos de Dora largo de los años: encontrar lo perdido, reparar algo o conseguir abrir una puerta. Me parece que Dora responde de manera muy rápida y justo lo necesario.
Doble favor
Una amiga perdió bastante dinero con el que iba a hacer las compras de supermercado. No recordaba dónde podría haberlo extraviado porque había hecho varios recorridos antes de darse cuenta. Decidimos pedir ayuda a Dora por la vinculación con las tareas del hogar.