Los fieles del Opus Dei durante la guerra civil
27. ¿En qué bandos se alinearon los primeros miembros del Opus Dei?
Al comenzar la guerra, la mayor parte de los civiles españoles en edad militar quedaron enrolados en uno u otro bando, según quien mandara en la zona donde se encontraban. Por tanto, era la geografía la que decidía el ejército al que uno pertenecía, salvo los casos de evasiones voluntarias a la otra zona. En esa época los miembros del Opus Dei eran todavía muy pocos.
En concreto, los hombres del Opus Dei que estaban en edad militar y residían en Madrid o en Valencia, fueron llamados a filas en el ejército republicano. Ese fue el caso de José María Hernández Garnica, Ricardo Fernández Vallespín, Juan Jiménez Vargas, Pedro Casciaro y Francisco Botella. Sus peripecias fueron diversas en cada caso.
Miguel Fisac se ocultó en su domicilio familiar, en su pueblo natal, Daimiel, hasta que cruzó a través de los Pirineos hasta la otra zona. Eduardo Alastrué, Vicente Rodríguez Casado y Álvaro del Portillo permanecieron refugiados en legaciones diplomáticas hasta el verano de 1938, cuando se enrolaron en el Ejército de la República. En el mes de octubre se evadieron por el frente de Guadalajara y pasaron a formar parte del otro ejército, ya que cada uno de ellos consideraba personalmente que el régimen político que defendían muchos dirigentes de aquel bando —marxista y materialista— era incompatible con su conciencia cristiana.
A otros, como José Ramón Herrero Fontana, José Isasa y Jacinto Valentín Gamazo, les sorprendió la guerra en la zona dominada por los militares insurrectos y quedaron incorporados al llamado “ejército nacional”. Los dos últimos murieron en el frente.
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