La Virgen de Lourdes, san Josemaría y los enfermos

En este encuentro, san Josemaría nos enseña el valor de cada persona y el amor privilegiado de Dios por los enfermos. El 11 de febrero se celebra la fiesta litúrgica de la Virgen de Lourdes y la Jornada Mundial del Enfermo.

San Josemaría: Cuando voy a Lourdes —que voy mucho—, yo bebo el agua de Lourdes con una devoción muy grande. Y no pido nada. Me da mucha alegría que la Señora haga sus milagros con aquella agua.

Tenemos la pequeña, que es un valor extraordinario. No ve, ni anda, pero quiere hablarle, quiere saludarle.

Niña: Yo también fui en Lourdes, y he vuelto muy contenta. Rezo mucho por usted.

San Josemaría: Oye, guapa. Yo mañana, en la Santa Misa, te voy a coger... —idealmente, porque no estarás a mi lado— ...y te pondré con la forma, con la Hostia, en el momento del ofertorio, y le diré al Señor que te haga muy feliz en la tierra, y después, te dé el Cielo. ¿Te parece bien?

Niña: Sí, Padre.

San Josemaría: ¿Qué más? ¿Veis? ¿Veis que somos una familia, que compartimos las alegrías y lo que, para otros, son tristezas y desesperación?

¡Con qué alegría, con qué...! Dios os bendiga, hijos míos. ¡Así se llevan las cosas, así se llevan! No os inventéis penas.

¡Esto es una bendición de Dios!, que en algún momento no habréis entendido; pero ahora, lo estáis entendiendo.

¡Una gran bendición de Dios, esa criatura!


Encuentro en Barcelona, el 26 de noviembre de 1972.