«El amor de Dios permanece siempre»
“El primer paso de toda oración cristiana es el de introducirnos en el misterio de la paternidad de Dios”, explicó el Papa Francisco que continuó su catequesis sobre Padrenuestro.
«Dale gracias por todo, porque todo es bueno»
Agradecer, ante lo bueno y ante lo malo, es saberse siempre querido por Dios: gracias por estar aquí a mi lado; gracias porque esto te importa.
Enamorarse de Dios
"El principio del camino que lleva a la locura del amor de Dios es un confiado amor a María Santísima", escribió san Josemaría cuando era muy joven. En estos días de la Novena de la Inmaculada Concepción, previos a su fiesta, recogemos algunos puntos de meditación que pueden ayudar a comprender que vale la pena enamorarse de Dios, como Ella, Nuestra Madre, lo hizo.
Adelante, con más amor
Ese desaliento, ¿por qué? ¿Por tus miserias? ¿Por tus derrotas, a veces continuas? ¿Por un bache grande, grande, que no esperabas? Sé sencillo. Abre el corazón. Mira que todavía nada se ha perdido. Aún puedes seguir adelante, y con más amor, con más cariño, con más fortaleza.
Yo soy de Dios, y Dios es mío
Necesito confiarte mi emoción interior, después de leer las palabras del profeta Isaías: "Yo te he llamado, ¡eres mío!: ¡que Dios me diga a mí que soy suyo! ¡Es como para volverse loco de Amor!. La filiación divina es el fundamento de las enseñanzas de san Josemaría, ofrecemos algunos textos para meditar sobre el amor de Dios a cada persona.
Hacer felices a los demás
Me preguntas qué podrías hacer por ese amigo tuyo, para que no se encuentre solo. —Te diré lo de siempre, porque tenemos a nuestra disposición un arma maravillosa, que lo resuelve todo: rezar. Primero, rezar. Y, luego, hacer por él lo que querrías que hicieran por ti, en circunstancias semejantes...
Dios nos ama
"El Dios de nuestra fe no es un ser lejano, que contempla indiferente la suerte de los hombres. Es un Padre que ama ardientemente a sus hijos, Un Dios Creador que se desborda en cariño por sus criaturas. Y concede al hombre el gran privilegio de poder amar, trascendiendo así lo efímero y lo transitorio".
Querer querer
Por mucho que ames, nunca querrás bastante. El corazón humano tiene un coeficiente de dilatación enorme. Cuando ama, se ensancha en un crescendo de cariño que supera todas las barreras. Si amas al Señor, no habrá criatura que no encuentre sitio en tu corazón.
¿Cómo afrontar el miedo a la muerte?
«La muerte, hijos míos, no es un paso desagradable. Es una puerta que se nos abre al Amor, al Amor con mayúscula, a la felicidad, al descanso, a la alegría».
Trabajar con amor
"Si miramos nuestra vida con humildad, distinguiremos claramente que el Señor nos ha concedido, además de la gracia de la fe, talentos, cualidades. Ninguno de nosotros es un ejemplar repetido: Nuestro Padre nos ha creado uno a uno, repartiendo entre sus hijos un número diverso de bienes. Hemos de poner esos talentos, esas cualidades, al servicio de todos: utilizar esos dones de Dios como instrumentos para ayudar a descubrir a Cristo".