Libro electrónico “Los intercesores del Opus Dei”

San Nicolás de Bari; San Juan María Vianney, santo cura de Ars; San Pío X; Santo Tomás Moro y Santa Catalina de Siena son los cinco santos intercesores de la Obra. En este libro se relata cómo fueron elegidos y las cuestiones encomendadas a cada uno.

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En la presentación del artículo de Studia et Documenta que ahora ofrecemos traducido, actualizado y en forma de libro electrónico, Federico M. Requena, del Instituto Histórico San Josemaría Escrivá de Balaguer (ISJE) se preguntaba: “¿De qué modo se llegó a la aparición de la figura del «intercesor» en el Opus Dei? ¿Cómo y cuándo se eligió a cada uno de esos santos, que en su conjunto forman un grupo ciertamente heterogéneo? ¿Por qué el fundador nombró intercesores del Opus Dei a un papa italiano, que vivió a caballo entre los siglos XIX y XX; a un sacerdote secular francés del s. XIX; a un político inglés, padre de familia y conocida figura pública en la Inglaterra del s. XVI; a un obispo del Asia Menor que vivió entre los siglos III y IV; y, finalmente, a una mujer, terciaria dominica italiana, del s. XIV?”. Y él mismo se respondía: “Los cinco artículos del monográfico que ahora se introduce responden con detalle a estas preguntas”.

Enrique Muñiz, encargado de la edición, explica que “además de las necesarias traducciones, pues en la versión original el artículo sobre el cura de Ars estaba en francés, el de san Pío X en portugués, el de santo Tomás Moro en inglés y el de santa Catalina en italiano, los cambios con respecto al artículo de Studia et Documenta son los mínimos imprescindibles: una revista científica tiene muchas notas y un nivel de erudición que no siempre resulta atractivo para el público general, pero en este caso los artículos son breves, y están escritos desde puntos de vista variados, con una mezcla muy sugerente de información sobre el intercesor y las circunstancias en las que san Josemaría le tuvo devoción y decidió su nombramiento. Por otra parte, al ofrecer todas las notas al final y no al pie de cada página, se respeta el riguroso planteamiento original a la vez que se facilita una lectura más ágil”.

Es notable la diversidad de especialidades y de nacionalidades de los autores que han colaborado. Tres son profesores en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz de Roma: Johannes Grohe, profesor de Historia de la Iglesia en la Edad Media y especialista en Historia de los Concilios -dirige la revista Annuarium Historiae Conciliorum-, se ha ocupado de la figura de Catalina de Siena. Laurent Touze, profesor de Historia de la Espiritualidad y director del Departamento de Teología Espiritual de la Facultad de Teología, ha escrito sobre su compatriota Juan Bautista María Vianney; Miguel de Salis, profesor de Eclesiología de la misma Facultad y consultor de la Congregación para las Causas de los Santos, aborda la figura de Pío X. Fuera de ese ámbito académico romano hay que situar a Andrew Hegarty, investigador en la Universidad de Oxford y director del Thomas More Institute (Londres), que escribe sobre el santo y político inglés; y, finalmente, a José Miguel Pero-Sanz, durante cuatro décadas director de la revista Palabra y autor de un libro sobre san Nicolás de Bari, que aborda la figura del obispo de Myra.

Portada del libro “Los intercesores del Opus Dei”

En otro momento de la citada presentación, Federico M. Requena recoge algunos ejemplos sobre los santos intercesores: “es posible encontrar citados por el cardenal Roncalli, por Juan Pablo II y recogidos en el Catecismo de la Iglesia Católica, los episodios de la vida del cura de Ars que más impresionaron a san Josemaría. Otro ejemplo: en 1967, Pablo VI anunció su intención de nombrar a Catalina de Siena doctora de la Iglesia, lo que se hizo efectivo en 1970. Juan Pablo II la nombró patrona de Europa en 1990 y, diez años más tarde, nombró a Tomás Moro patrono de los gobernantes y políticos”.

Y termina: “Las páginas que siguen ponen de relieve que historias como la puesta en marcha de la Academia DYA, primera manifestación externa e institucional del apostolado del Opus Dei; la construcción de la sede central en Roma; los inicios y la consolidación de la Universidad de Navarra; el intento de hacer comprender la libertad personal de los miembros que actuaban en política durante el régimen de Franco; las relaciones con numerosos obispos de diversos países; la solución jurídico-institucional adecuada a la realidad del Opus Dei; el intento de conjugar claridad y caridad para mantener la fidelidad a la doctrina, al tiempo que se aprovechaban los vientos renovadores del Concilio Vaticano II, etc., todas estas historias, repito, estuvieron ligadas también al relato sobre los intercesores que ahora se aborda.

Con mucho más detalle se pueden seguir cada uno de estos temas en los artículos que siguen. No me queda más, por tanto, que invitar a su lectura”.