Hogares repletos de buenas ideas para Dominicana y más allá

Playas, calles, colegios y empresas vacías, pero en las casas de República Dominicana hay gente llena de entusiasmo y buenas ideas. La cuarentena a la que ha obligado el COVID-19 no ha detenido las iniciativas de muchas personas que ven una oportunidad en donde otras ven obstáculos.

Estar encerrados para contrarrestar el coronavirus ha implicado algunas dificultades en muchos países del mundo, pero las mentes creativas en República Dominicana no se detienen y plantean soluciones y emprendimientos para mantenerse activas y trabajando.

Lucy Martínez es diseñadora de interiores y ofrece servicios de asesoría online para decorar espacios, cuenta que cuando escuchó al Papa Francisco en la bendición Urbi et Orbi se le aguaron los ojos y su hijito de nueve años le preguntó qué le pasaba. “Le respondí que el mundo estaba triste y asustado. Me contestó: ‘Mami, si todos vamos a morir y no volveremos a salir, ¿no sería mejor disfrutar nuestros últimos momentos?’”. La lógica de aquella respuesta la hizo sentarse ante la computadora y preparar una “Guía simple para disfrutar tu casa durante la incertidumbre de la cuarentena”, una alternativa para que, en medio del encierro, la gente mejore su hogar, esos lugares que san Josemaría quería luminosos y alegres, en los que la belleza y el orden exterior ayudan a las familias que viven en ellos.

Otra iniciativa de gente muy joven partió de la Escuela Técnica Hotelera Serranía, ubicada en Jarabacoa, y la llamaron #VoyaMisaporTi.

Todo comenzó cuando el padre de una de las profesoras de la Escuela, que vive en Madrid, seguía asistiendo a misa, antes de que se decretara la cuarentena obligatoria. Su familia temía por su salud, pero no había manera de convencerlo. Una de las alumnas, al saber la preocupación de su profesora, se ofreció a asistir a misa a diario en su lugar. El señor, conmovido por el ofrecimiento, se quedó en casa para no exponerse al virus. Como el capellán de Serranía vive cerca se le ha hecho posible ir a celebrar la misa. Otras alumnas se ofrecieron también al #VoyaMisaporTi y lo han publicado en sus redes, para que quien aún pueda hacerlo, se una a la iniciativa.

Otras propuestas más elaboradas han surgido desde CAREMÍ, Centro de capacitación profesional de la Mujer. “Cocinando desde Casa” se emprendió con las estudiantes de los cursos de cocina, como acompañamiento en esta época de cuarentena. Realizan un encuentro virtual, usando una plataforma de videoconferencia para cocinar en vivo con las participantes. El día anterior se les avisa cuáles serán los ingredientes de la preparación y así cocinan juntas o ven el procedimiento para luego llevarlo a la práctica.

La idea original era solo con las beneficiarias de Caremí, pero la Federación Dominicana de Gastronomía les solicitó generar opciones para compartir con un público más amplio. A través de Instagram y Youtube (https://youtu.be/bww4BSSFQgs) se han conectado muchas personas, incluso de otros países. Además de las mamás, los niños también participan y aprenden a hacer platos sencillos. Les gusta tanto que hasta han pedido ¡clases extras!

Kevin, que se unió desde Curazao, pidió hacer sorpresas de carne. Y como el sistema que usan para conectarse limita el tiempo a 40 minutos, propuso usar una app de juegos. Así que ahora las madres descubren las tecnologías que usan sus hijos. La mamá de Kevin dijo que estaba totalmente inspirada preparando platos de formas diferentes. Otras participantes preguntan qué hacer con determinados ingredientes y así se van organizando las siguientes clases. Ha sido una manera de diversificar la oferta en las mesas de la cuarentena.

También han fomentado, a través de la cuenta de Instagram @centrocaremi, la entrega de 20 canastas de víveres para 20 mujeres cabeza de familia. Se pueden hacer aportes a una cuenta bancaria para comprar los alimentos. Muchas mujeres han agradecido la ayuda que se les presta en estos momentos de dificultad para adquirir los bienes mínimos y así mantener a los que de ellas dependen.

Estar en casa tiene sus limitaciones, pero con herramientas, creatividad y deseos de servir, el confinamiento puede hacer crecer los lazos de ayuda y de amistad