“Gracias Josemaría. Un ejemplo para todos"

Artículo publicado en Avvenire tras el anuncio de la fecha de canonización del beato Josemaría.

"Hoy quisiera solamente decir ¡gracias!". Estas han sido las emocionadas palabras del obispo Javier Echevarría, segundo sucesor de Josemaría Escrivá de Balaguer en el gobierno de la prelatura del Opus Dei, después del anuncio de la fecha de canonización del fundador. El prelado ha expresado su gratitud a la Trinidad, a la Iglesia, a la familia del beato y a los sacerdotes, religiosos y laicos "que de alguna manera han intervenido en su formación". Asimismo ha querido mostrar agradecimiento a los pobres y enfermos "que le dieron generosamente lo único que tenían, y convirtieron su dolor en oración por la labor sacerdotal del fundador del Opus Dei". Sin olvidar a "esos miles de personas, cuyos nombres, en muchos casos, ni siquiera conocemos". El obispo ha asociado también a su agradecimiento a los otros ocho beatos que en diferentes fechas serán propuestos a la veneración de la Iglesia universal. "Cada uno, —ha dicho— vivió en un tiempo, en un país y en unas circunstancias diferentes. Cada uno, con su propia personalidad. Pero en todos percibimos unos rasgos comunes".

Sí, la santidad es patrimonio de toda la Iglesia. "La historia personal de Josemaría Escrivá y de la institución que él fundó están marcadas por la comunión eclesial, que es una característica distintiva de la biografía de los santos", subrayó ayer monseñor Flavio Capucci, postulador de la causa del fundador del Opus Dei. Palabras que encuentran confirmación en diferentes declaraciones de estima y afecto hacia el nuevo santo que proceden de fuentes ajenas a la Prelatura y que subrayan la importancia de la santificación de la vida ordinaria, ese rasgo que constituye el núcleo del espíritu de la Obra, su "DNA".

Don Domenico Sigalini, asistente general adjunto de la Acción Católica, ha hablado de Josemaría Escrivá como de una persona que "ha sabido captar los sueños de Dios sobre esta humanidad". Que haya alguien que consiga que los laicos procuren hacer de la santidad una "experiencia viva en su trabajo, en su competencia profesional, en medio de sus relaciones sociales, en la vida ordinaria —que tantos viven como un suplicio con la mente puesta en la distracción y las diversiones—, es un gran don de Dios", ha subrayado don Domenico. Con este carisma, "los laicos pueden contribuir eficazmente en la renovación del mundo del trabajo, de la política, de la economía, del arte y de la comunicación, y devolver el alma a los diversos ámbitos sociales": tal es el auspicio expresado por el movimiento de los Focolares. "Todo trabajo es ocasión de santidad. En esta frase —habla Giancarlo Cesana, de Comunión y Liberación— siento todo el atractivo y la fuerza del cristianismo, como experiencia que transforma y llena de sentido cualquier circunstancia de la vida, incluso la más rutinaria y banal". Al compromiso del nuevo santo en relación con los pobres ha hecho referencia Brian Kolodiejchuck, postulador de la causa de canonización de otro gran testigo de la fe, la Madre Teresa de Calcuta: tanto en la religiosa albanesa como en el sacerdote español, "en la raíz de ese compromiso se advierte la fe, que les hace descubrir a Cristo en cada hombre".

Gianni Santamaría // Avvenire (Italia)