Pedimos a nuestros familiares, amigos y conocidos que nos acompañaran rezando en este encuentro con la Cruz. Nos pusimos bajo la intercesión de Dora del Hoyo, que siempre ha cuidado de nuestro hogar y como ejemplo de una vida abnegada y familiar.
El diagnóstico fue perdiendo gravedad a lo largo de los meses, en los que seguíamos intensamente rezando, ¡todos! amigos, familiares y conocidos. A fecha de hoy, continuamos con controles médicos periódicamente, pero no hay tumores cancerígenos.
Puede que algunos lo atribuyan a un diagnóstico equivocado, sin embargo la experiencia espiritual vivida a lo largo de estos meses, son quizá la prueba de que la vida sobrenatual existe y nuestro destino es el Cielo.
Estamos conmovidos y muy agradecidos por el cariño y oraciones recibidas de tanta gente... ¡Gracias Dora, hasta la próxima y hasta luego!
L. F. P. - España