La leucemia diagnosticada desapareció

Dos análisis de sangre confirmaron que mi mujer tenía leucemia. Nos pusimos a rezar la estampa de Montse Grases pidiendo su curación. Y así ocurrió.

Mi mujer llevaba varios meses sufriendo un extremo cansancio, que le hizo visitar médicos de diferentes especialidades, sin que encontrase el motivo del mismo. Por fin, por indicación de uno que se fijó en un recuento globular anormal, visitó a un hematólogo, que pidió análisis complejos y, al cabo de un mes, detectaron el síndrome de Filadelfia, es decir, una leucemia mieloide crónica.

No había antecedentes en la familia, ni sabíamos lo que era, pero mi mujer lo presentía y para ella no fue una sorpresa, pero sí un momento duro, para ella y para toda la familia. La doctora dijo que antes de hacer una extracción de médula ósea, para valorar con precisión la medicación necesaria, quería repetir el análisis para estar segura, aunque los falsos positivos eran improbables.

la doctora nos dijo, que no la iba a medicar porque no habían aparecido células cancerosas en la muestra de MÉDULA ósea

Desde aquel día, por recomendación de un amigo, inicié la novena a Montse Grases, y la novena se convirtió en una oración diaria durante muchas semanas, porque al cabo de otro mes, el nuevo análisis confirmó exactamente el primero, y luego, tras hacer la biopsia de médula, también tardaron tiempo en llamarnos para consulta.

Me dio un vuelco el corazón, al pensar que la enfermedad había pasado de crónica a aguda y ya no había nada que hacer

Aquel día, llegamos acompañados de dos hijas para ver la medicación prescrita y vimos algo alterada a la doctora, que con circunloquios nos terminó diciendo que no iba a dictar medicación. Me dio un vuelco el corazón, al pensar que la enfermedad había pasado de crónica a aguda y ya no había nada que hacer, pero la doctora nos dijo, que no la iba a medicar porque no habían aparecido células cancerosas en la muestra de médula ósea, lo que incluso había verificado con otros especialistas.

El recuento globular anormal persistía pero que con hacer controles normales de seguimiento bastaba, y que la leucemia quedaba descartada. Convencido de que ha sido una gracia recibida de Dios por mediación de Montse, comunico este favor, y sigo rezando la oración para la devoción privada en acción de gracias.

G. T. - España


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