En Namibia, con el apoyo de San Josemaría
Vesta Ostoic tiene 3 hijas y vive en un pueblo de Namibia, a 900 km de la ciudad. Se trasladó allí desde Londres, pues su marido trabaja en una empresa minera. En su situación, recibir formación cristiana y hacer apostolado es un poco más difícil... pero no imposible.
Carta del Prelado (enero 2008)
Con estas letras, Mons. Javier Echevarría recuerda que los cristianos -respetando la libertad de todos- deben transmitir su fe, con el ejemplo y con la palabra.
La vida diaria de Luisa
"Tengo 27 años y soy supernumeraria del Opus Dei. Trabajo como nutricionista en un hospital. Todas las mañanas, de camino al trabajo, le 'echo mi cuento a Dios'". Así es la vida ordinaria de Luisa Elena Villamizar.
Las «edicole» de la Virgen María de Roma
Cuando en 1946 llegó a la Ciudad Eterna, san Josemaría Escrivá se llevó una gran alegría al comprobar que en sus calles abundan las representaciones de la 'Madonna'.
Cuando los hombres lloran
En 1972, un hombre perdió en un accidente de coche a su mujer y un hijo. San Josemaría quiso ayudarle con unas palabras de consuelo. Ante tanto dolor, el santo preguntaba a Dios: “¿Por qué?” (01’48’’).
Vídeo: lo que el Papa desea para el 2008
En la Misa que celebró en el Vaticano con motivo de la festividad de la Maternidad divina de María, Benedicto XVI reveló cuales son sus deseos para el año que comienza: que la familia se fortalezca y que la paz llegue a todos los lugares.
Vídeo: 25 de diciembre con Benedicto XVI
El día de la Natividad del Señor, miles de personas se reunieron en la Plaza de San Pedro (Roma) para celebrar esta fiesta junto con el Papa. Este vídeo recoge algunas de las palabras del Santo Padre (01'48'').
2008: Paz en la familia
Benedicto XVI abre el año con una reflexión sobre la paz. Es en el amor entre un hombre y una mujer donde nace la serenidad, dice el Papa. Para los niños, la paciencia, la sonrisa y el cariño de los padres son la mejor escuela de paz.
El Evangelio: palabras viejas y nuevas
Siendo niño, el Fundador del Opus Dei escuchaba siempre el mismo cuento protagonizado por unos ladrones. Y le encantaba oírlo una y otra vez. Así es el Evangelio, siempre igual, y siempre nuevo (01’23’’).