“La escondida maravilla de la vida interior”
Hasta ahora no habías comprendido el mensaje que los cristianos traemos a los demás hombres: la escondida maravilla de la vida interior. ¡Qué mundo nuevo les estás poniendo delante! (Surco, 654)
“Estando Él con nosotros nada hay que temer”
La llamada del Señor –la vocación– se presenta siempre así: “si alguno quiere venir detrás de Mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame”. Sí: la vocación exige renuncia, sacrificio. Pero ¡qué gustoso resulta el sacrificio –“gaudium cum pace”, alegría y paz–, si la renuncia es completa! (Surco, 8)
“Se ha cruzado el Señor en nuestro camino”
La entrega es el primer paso de una carrera de sacrificio, de alegría, de amor, de unión con Dios. –Y así, toda la vida se llena de una bendita locura, que hace encontrar felicidad donde la lógica humana no ve más que negación, padecimiento, dolor. (Surco, 2)
“Un gran amor te espera en el Cielo”
Cada vez estoy más persuadido: la felicidad del Cielo es para los que saben ser felices en la tierra. (Forja, 1005)
“No te turbe conocerte como eres”
No necesito milagros: me sobra con los que hay en la Escritura. –En cambio, me hace falta tu cumplimiento del deber, tu correspondencia a la gracia. (Camino, 362)
“Si ves claramente tu camino, síguelo”
¿Por qué no te entregas a Dios de una vez..., de verdad... ¡ahora!? (Camino, 902)
“Con Él estoy en el tiempo de la adversidad”
Aunque todo se hunda y se acabe, aunque los acontecimientos sucedan al revés de lo previsto, con tremenda adversidad, nada se gana turbándose. Además, recuerda la oración confiada del profeta: "el Señor es nuestro Juez, el Señor es nuestro Legislador, el Señor es nuestro Rey; Él es quien nos ha de salvar". –Rézala devotamente, a diario, para acomodar tu conducta a los designios de la Providencia, que nos gobierna para nuestro bien. (Surco, 855)
“La riqueza de la fe”
No seas pesimista. -¿No sabes que todo cuanto sucede o puede suceder es para bien? -Tu optimismo será necesaria consecuencia de tu Fe. (Camino, 378)
Evangelio del viernes: somos una obra maravillosa de Dios
Comentario al Evangelio del viernes de la 17.ª semana del tiempo ordinario. “¿No es éste el hijo del artesano?”. En nuestro quehacer diario descubrimos que somos hijos de Dios, llamados a reflejar el amor de Dios por las demás personas y por toda la creación.
Evangelio del martes: ¡Sé quién eres: el Santo de Dios!
Comentario del martes de la 22.° semana del tiempo ordinario. “¿Qué palabra es ésta, que con potestad y fuerza manda a los espíritus impuros y salen?”. La fe en Jesús trae frutos de alegría y esperanza a nuestra vida, y nos lleva a servir a los demás llenos de humildad.